Publicar libros en tiempos de pandemia se ha convertido en toda una odisea, un ejercicio de supervivencia. Bien lo saben en la editorial ribereña Reclam, que en uno de los escenarios más adversos a causa de la covid, cuando el ritmo de publicaciones se desmoronó y desaparecieron por completo las presentaciones y las promociones con los autores, ha consiguido publicar tres de sus obras: ‘Paquito el Chocolatero’, ‘Osa Arida’ y ‘¿Por qué ética’.

Arturo Blasco, uno de los editores de Reclam junto a Laura Granell, destaca la capacidad de la editorial para resistir en un contexto tan difícil: «Nos hemos podido mantener en pie porque hemos hecho las cosas bien desde que nacimos, sin querer crecer con los pies de barro. Los ingresos se han reducido y lo hemos notado mucho. Tenemos la suerte de contar con un buen catálogo que nos ha permitido sobrevivir con las ventas. Para seguir en pie hay que aportar mucha ilusión».

El año pasado se observa como transitorio. Un paréntesis que olvidar pronto. Pero la tendencia es positiva. O eso quieren ver. En 2020 vieron la luz obras como ‘Paquito el Chocolatero’, que realiza un viaje sobre la historia del pasodoble más conocido del mundo. ‘Osa Arida’, del alcireño Bernat Montagud, es una novela histórica que revisita los últimos años de vida del papa Benedicto XIII, más conocido como ‘Papa Luna’ y entrelaza perfiles de varios personajes ilustres de la época. Y ‘¿Por qué ética?’, del filósofo de Riola Sergi Pascual, reúne reflexiones e inquietudes de expertos en su campo, que reivindican la ética como una de las actitudes humanas clave para entender el mundo actual.

Cada libro que ve la luz lo hace gracias al esfuerzo económico de sus administradores. «Nos está costando dinero, tanto de la empresa como a título personal, pero es nuestra ilusión. El escenario es complicado, no lo vamos a negar». Reclam es una editorial humilde en tamaño que no cuenta con las posibilidades de los grandes sellos literarios, que lanzan publicaciones masivas y disponen de vías de difusión seguras. «No hemos podido hacer presentaciones y actos promocionales. Se publicaron por compromiso con los autores. Los tratamos con empatía y sabemos que tienen ilusión en publicar. Las presentaciones que se han hecho han sido con asistentes restringidos y las ventas se reducen. Eso a las pequeñas editoriales nos afecta mucho porque nos cuesta recuperar primero la inversión y después conseguir un poco de beneficio», arguye Blasco, quien añade: «Como todas las empresas pequeñas, si paramos ahora no sabemos si podremos volver a arrancar. Seguimos preparando las publicaciones que se lanzarán este año. Ya tenemos mucho avanzado. Además, hemos fortalecido la formación para estar cada vez más preparados».

El editor ve un soplo de aire fresco con la llegada de la vacuna y tiene esperanzas de recuperar el terreno perdido en 2021: «Nos costará más trabajo y algo de ahorros, pero seguiremos. Cuando tienes un sueño, haces todo lo posible por hacerlo realidad».