Ni espacio interpersonal ni mascarillas, por lo menos durante unos minutos. El paso del cantante Omar Montes el pasado sábado por el Medusa de Cullera ha llevado al extremo las medidas de seguridad previstas en el evento. Los organizadores del festival tuvieron que suspender durante cinco minutos el concierto de Montes para restablecer el orden tras comprobar cómo los cerca de 1.000 asistentes al evento enloquecieron en lo que calificaron como "fenómeno fan".

En uno de los videos que grabó el propio manager del artista y que subió a sus redes oficiales se puede ver cómo en el arranque del concierto el público se concentró justo delante del escenario. En las imágenes se aprecia claramente cómo los asistentes estaban de pie junto al escenario pese a que la normativa vigente en la Comunitat Valenciana deja bien claro que el público tiene que permanecer sentado, con mascarilla y sin beber.

Desde la organización han aclarado que este video corresponde al fenómeno fan "ya que al salir Omar Montes la gente intentó situarse al lado del escenario teniendo que parar el concierto durante aproximadamente entre 4 y 5 minutos para que seguridad pudiese restablecer el orden".

En este sentido, desde el propio festival aseguran que las imágenes "se corresponden a un vídeo grabado por el propio manager de Omar Montes cuando salió al escenario" e insisten en que tras restablecer el orden "en todo momento se siguieron las medidas de seguridad". Reconocen que aunque en los videos parece que se producen aglomeraciones "en todo momento sí estuvo conservando las medidas de seguridad" y explican que incluso del propio servicio privado de vigilancia con el que cuenta la empresa "expulsó del recinto a aquellos asistentes que nos las cumplían".

En cuanto a las medidas de seguridad y al dispositivo puesto en marcha por la organización, la dirección del festival subrayó que pese a tener un aforo de 4.800 personas "solo vendimos 1.000 entradas". Además, y en cuanto al cumplimiento del espacio interpersonal "contamos con mesas máximas de 10 personas y separadas por un metro y medio cada mesa, con espacios diferentes, pudiendo solamente acceder a tu propio espacio no teniendo libertad de acceso entre mesas y mesas".  Desde el Medusa Beach han afirmado a este periódico que "una vez dentro del recinto adoptándose todas las medidas de seguridad las personas que asisten a cualquiera de estos eventos tienen mesas privadas separadas una de la otra con la distancia reglamentaria y exigida por las medidas sanitarias, además el uso de la mascarilla es obligatorio siempre, exceptuando cuando no se esté consumiendo".