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La presencia de medusas crece en las playas de la comarca

Se recupera la incidencia de picaduras de 2018 tras el descenso causado por la pandemia

Una medusa arrojada por el oleaje en la playa de Cullera. | V.M. PASTOR

La presencia de medusas en la Ribera ha aumentado respecto a años anteriores, según las valoraciones realizadas por los ayuntamientos de Cullera y Sueca. De esta forma, se recupera la incidencia declarada en 2018 tras el leve descenso anotado en 2019 y la caída en picado de los registros de 2020 provocada por las restricciones de movilidad motivadas a la pandemia.

Según Joan Carles Vázquez, concejal de Servicios Municipales y Playas de Sueca, en julio se notificaron 335 intervenciones por picaduras, siendo este mes el más prolífico en este aspecto. El edil también corrobora que ha habido un aumento notable con respecto a los dos últimos años, especialmente si comparamos los datos actuales con los de 2020, cuando la menor presencia de turistas redujo considerablemente las incidencias.

En la zona de Cullera, los datos de julio son parecidos. En este caso, son 310 las intervenciones realizadas por el equipo de socorrismo de la playa de Sant Antoni. Oscar Fabre, responsable de socorrismo, avala que este año se han recuperado los índices previos a la Covid, siendo el aumento de las temperaturas y la disminución del régimen invernal de lluvias las causas principales de la proliferación de las medusas. Además, admite que «no hay consejo para prevenir este tipo deaccidentes», ya que se trata de situaciones «desafortunadas» en los que el animal no pretende atacar, sino que simplemente se produce contacto con la piel de la persona que causa la irritación.

Ante estas situaciones, los expertos recomiendan salir del agua rápidamente, no rascar ni tocar la zona afectada, retirar si es necesario los restos de piel del animal y limpiar la herida con agua salada. Una vez realizado este proceso, se debe proseguir con la aplicación de frío en la picadura, durante un periodo de cinco minutos, siempre sin aplicar el hielo directamente sobre la piel. Si durane este tiempo no se ha reducido el escozor, se puede aplicar frío otra vez, de nuevo durante otros cinco minutos. En caso de que estas medidas no funcionen, se recomienda acudir al centro de socorrismo más cercano para que el personal sociosanitario aplique las medidas necesarias.

Las medusas son seres que tienen períodos de aparición estacional, siendo del comienzo de la primavera hasta el final del verano la etapa de mayor abudancia de estos organismos planctotróficos que se alimentan a base de plancton.

La presencia de las medusas en las playas del Mediterráneo, así como su abundancia, depende de diversos factores climatológicos, como son las lluvias, el viento, las corrientes marinas, la contaminación por hidrocarburos y la sobrepesca, entre otros condicionantes.

Los expertos aseguran que la proliferación de este tipo de animales en las aguas de la Ribera puede causar daños notorios en el funcionamiento de los ecosistemas en los que influyen, pero también repercuten de forma directa en determinados sectores económicos como son la pesca y el turismo, por no mencionar las complicaciones que pueden tener algunas personas tras sufrir una picadura. No obstante, ninguna de las intervenciones realizadas en julio por el equipo de Cruz Roja ha requerido los servicios de urgencias.

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