El proyecto más ambicioso de la historia de eliminación de las cañas que han colonizado las orillas del cauce del Xúquer permitirá crear un gran corredor verde de 75 kilómetros de longitud a lolargo de catorce municipios de la Ribera, desde Sumacàrcer a la desembocadura de Cullera, en el que se sustituirá esta especie invasora por bosque de ribera autóctono. El proyecto impulsado por el Consorci de la Ribera, la entidad que agrupa a las dos grandes mancomunidades comarcales, y la Fundación Limne con la singular denominación de “Canya a la canya” ha sido seleccionado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea con los fondos Next Generation con una asignación de 3.747.949,03 euros, que representa el 95 % de la inversión global, estimada en 4,2 millones. El 5 % restante será aportado por los ayuntamientos beneficiarios en un actuación que se prolongará durante los próximos tres años y que debe estar finalizada el 31 de diciembre de 2025.

El proyecto “Canya a la canya” se concibe como una actuación de conservación y mejora del río mediante acciones de gestión y control de la presencia de especies invasoras, de recuperación de vegetación autóctona y la estabilización de márgenes, que en última instancia contribuyan a reducir el impacto de las inundaciones en la Ribera. También contempla la recuperación de márgenes que han sido invadidos por cultivos. Las acciones diseñadas para generar este gran corredor verde abarcan una superficie de 124.358 metros cuadrados a lo largo de 74,28 kms del Xúquer a su paso por los municpios de Sumacàrcer, Antella, Gavarda, Castelló, Alberic, Benimuslem, Alzira, Algemesí, Albalat de la Ribera, Polinyà de Xúquer, Sueca, Riola, Fortaleny y Cullera.

Hasta diciembre de 2025

El presidente del Consorcio de la Ribera y alcalde de Polinyà, Òscar Navarro, destacó ayer que, por el volumen de la inversión, se trata del mayor proyecto del ente que agrupa a las mancomunidades de la Ribera Alta y la Ribera Baixa y también la mayor actuación para eliminar la caña invasora y recuperar el espacio fluvial del río, allí donde ahora resulta inaccesible. Navarro comentó que en los últimos años se había alcanzado un acuerdo de colaboración con la Confederación Hidrográfica del Júcar para realizar este tipo de actuaciones en un plan programado que recibía una aportación anual de 100.000 euros, por lo que la subvención asignada equivale a “cuarenta años” de este programa para un corto espacio de tiempo.

Òscar Navarro confirmó que el proyecto está en marcha -el martes hubo una reunión con los alcaldes– con la perspectiva de crear la estructura administrativa y aportar el compromiso de inversión por parte de los ayuntamientos en lo que queda de 2022, mientras que en 2023 se realizarán los trabajos de eliminación de cañaverales y a partir de 2024 los de restitución del bosque de ribera. En esta segunda base está prevista la contratación de 47 personas que se organizarán en brigadas para la revegetación del cauce del río.

Reunión con los alcaldes y representantes de los municipios que participarán en el proyecto, en la sede de la Mancomunitat. Levante-EMV

“Se trata de una apuesta estratégica para los municipios del consorcio que, además de combatir el riesgo de inundación y los efectos del cambio climático, se centrará en generar un uso público sostenible y sistemas de participación y gobernanza en los que se podrá involucrar a la ciudadanía”, detalló Navarro.

Un total de 230 proyectos concurrieron a la convocatoria de la Fundación Biodiversidad del Miteco, que ha seleccionado 37 iniciativas entre las que se encuentra «Canya a la canya», al presentar propuestas que impulsan soluciones basadas en la naturaleza que, además de restaurar e incrementar la biodiversidad y los valores ambientales del Xúquer, contribuyen significativamente a reducir los riesgos de inundación en sus tramos urbanos. Además, el proyecto se ocupa de sensibilizar a la población sobre la importancia de la restauración fluvial como herramienta para reducir el impacto de las inundaciones y de transferir el conocimiento adquirido a otros municipios con problemas similares, de modo que se multipliquen los beneficios de la iniciativa, destaca el consorcio.