La historia se repite. El Family Cash Alzira FS fue incapaz de acabar con la racha del Peñíscola, que aprovechó una mala segunda parte de los ribereños para endosarles una dolorosa goleada: 1-6. Tampoco tendrá mucho tiempo para asimilar la derrota; los errores cometidos se deberán subsanar con celeridad pues el miércoles viaja hasta Cañada Rosal (Sevilla) para hacer frente a la primera ronda de la Copa del Rey.
La grada ofrecía una gran imagen al contar también con un numeroso grupo de aficionados del Peñíscola, lo que ya advertía de la importancia de la cita pese a ser todavía una etapa muy temprana de la temporada. Los visitantes quisieron hacer valer pronto un hecho irrefutable: poseen una de las mejores plantillas de la categoría. Pero lo cierto es que la primera parte nada tuvo que ver con la segunda. Ambos equipos gozaron de ocasiones claras, si bien es cierto que fue el cuadro castellonense el que se adelantó en el marcador. En el minuto 13, Juanqui cazó a medio metro de la línea de gol un centro-chut potente de Elías. Tres minutos más tarde, Pani se quedó solo ante el guardameta del Family y la envió a la escuadra. Los ribereños recortaron distancias con una falta lanzada por Rubi que Parreño tocó con la espuela, suficiente para engañar al portero rival. Antes del descanso, el Palau d’Esports estuvo a punto de celebrar el empate en una jugada al contraataque que dirigió Javi Sena y remató Carlitos, que se encontró bien posicionado a Mati Starna.
Sin embargo, el drama se pronosticaba ya temprano. Como sucedió en Burela, el Family dio una imagen en un tiempo otra completamente diferente en el siguiente. De pasar del que pudo ser el 2-2 a encajar el 1-3: Habían transcurrido apenas unos segundos desde que los jugadores regresasen de los vestuarios cuando Sancho cabalgó por la derecha, ganó en velocidad a Rubi y definió con calidad con la pierda izquierda. El desánimo empezó a ser visible en los jugadores del Family, que todavía encajarían un cuarto tanto antes del minuto 25 de partido: Juanqui recibió de espaldas, aguantó lo que pareció una eternidad y se la dejó a Pani que, en carrera, envió un zurdazo cruzado a la escuadra. Imparable. Fue el momento en el que algunos jugadores importantes del Alzira FS desconectaron por completo. El equipo fue incapaz de salir con el balón jugado, protagonizó varias pérdidas absurdas y echó de menos una ambición que, pese a ganar con holgura, sí tuvo su rival. El Peñíscola se aprovechó de los errores alzireños para anotar un quinto tanto cuando el Family salió con portero jugador, obra de Saladié, e incluso un sexto, que llevó la firma de Plaza.
Tras el encuentro, el entrenador del Alzira FS, Braulio Correal, se mostraba ligeramente dolido, aunque quiso ver más allá del abultado resultado: «El gol tempranero de la segunda parte nos hizo mucho daño y desaprovechamos algunas oportunidades para volver a meternos en el partido. Escuece un poco por el marcador, pero son solo tres puntos. Esto es muy largo y en solo unos días vamos a tener otra oportunidad para demostrar de lo que somos capaces».
