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El desvío del Barxeta y la mota de Cogullada minimizarán el riesgo de inundación en Carcaixent

La CHJ también señala entre las actuaciones a corto plazo la modificación de la desembocadura en Alzira a través de un zona de laminación

Nuevo trazado del barranco de Barxeta que desembocará directamente en el Xúquer. CHJ

La construcción de un nuevo cauce del barranco de Barxeta que canalice directamente al Xúquer todas las escorrentías que recibe el torrente aguas arriba de Carcaixent y de una mota de 635 metros de longitud que proteja Cogullada de las crecidas tanto del Barxeta como del Barranc dels Prínceps mejorarán la seguridad de ambos núcleos urbanos contra inundaciones en el horizonte de un par de años. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha contemplado ambos proyectos entre las actuaciones a corto plazo que se deben ejecutar en la Ribera a partir de las propuestas elevadas por la consultora Typsa, que plantea una solución global con actuaciones en gran parte de la comarca que se deben secuenciar.

Liberar Cogullada de inundaciones

El alcalde de Carcaixent, Paco Salom, destacó ayer que las propuestas cumplen las expectativas dado que Cogullada “puede quedar libre de inundaciones ya que el período de retorno que se contempla -el riesgo de sufrir una inundación en un ciclo de años- es muy elevado”, señaló, mientras indicaba que si se cumple el calendario y estas actuaciones están acabadas en 2024 “sería como para tirar cohetes”.

El CHJ recupera el desvío del barranco de Barxeta ya contemplado en antiguos planes de protección contra inundaciones con la construcción de nuevo cauce que derive caudales hacia el Xúquer a la altura de Carcaixent -desembocará en el río a la altura de los puentes de la línea del ferrocarril -, con una estructura de cierre con compuertas que permita que actúe de forma independiente del viejo cauce, que sólo recibirá escorrentías generadas en Carcaixent, y garantizar en él un caudal ecológico.

Esta reducción de caudales que llegan a Alzira supone un primer paso para eliminar un punto crítico, la confluencia de los barrancos de Barxeta y la Casella, donde la CHJ también plantea una zona de laminación natural que suavice la actual desembocadura en perpendicular dando una curva al Barxeta que permita desaguar a favor de corriente, recuperando el entorno con vegetación de ribera. Por otra parte, entre un cauce y otro se proyecta una mota de protección de Carcaixent frente a crecidas del Xúquer.

La CHJ describe hasta cinco actuaciones en este entorno que se deben acometer a corto plazo en este entorno y asigna a qué administración corresponde cada una de ellas. Por lo que respecta al barranco de Barxeta, diferencia dos fases. Por un lado, el nuevo cajero que permita desviar caudales al río y, por otra, la renaturalización del nuevo cauce y parte del viejo a la altura de Carcaixent, aumentando su capacidad hidráulica.

Nuevo trazado de la desembocadura del Barxeta en el barranco de la Casella. CHJ

Una tercera actuación se centra en los elementos de protección del núcleo urbano de Cogullada, como es una mota de entre 2,5 y 3 metros de altura, que se apoyará en la actual CV-41 para completar este cierre de protección. La modificación de la desembocadura del Barxeta sería cuarta actuación, mientras que la quinta también se localiza en el término de Alzira con la ampliación del barranco de la Casella.

Otras actuaciones que planea la solución global a más largo plazo son el canal que conduzca las aguas de los barrancos Venancio, Sant Antoni y Gaianes en dirección al viejo cauce del Barxeta, o los encauzamientos del los barrancos dels Prínceps o de Pau.

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