Las pinturas góticas relanzan la ermita de Carcaixent como epicentro cultural

El ayuntamiento promoverá un ciclo de actividades artísticas para divulgar una de sus joyas patrimoniales

Dará continuidad a los trabajos para rescatar la decoración original del templo

Interior de la ermita de Sant Roc de Carcaixent.

Interior de la ermita de Sant Roc de Carcaixent. / Agustín Perales

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Dicen que quien olvida sus orígenes pierde su identidad. Y el Ayuntamiento de Carcaixent tiene claro que los suyos provienen del antiguo despoblado de Ternils. Una ermita gótica que ha soportado viento y marea (o riadas) es el único testigo que queda en pie. El nuevo gobierno local, encabezado por el Partido Popular, se ha marcado como objetivo convertir la vetusta capilla en un espacio cultural y artístico de referencia a partir del descubrimiento y restauración de las pinturas originales.

La alcaldesa, Carolina Almiñana, reconoce a Levante-EMV que la ermita de Sant Roc está en estos momentos infrautilizada y es una gran desconocida. De hecho, cuando uno circula por la carretera CV-41 no encuentra señal alguna que indique su ubicación, a pesar de que acoge ceremonias civiles de matrimonio ocasionalmente. Sin embargo, el hallazgo de las pinturas góticas originales «de incalcuable valor artístico» en uno de los muros es la excusa perfecta. Como ya avanzó este diario, se localizó una representación de la Última Cena y tres figuras de santos. Alrededor, las franjas rojas y amarillas de la Senyera. 

Detalle de las pinturas góticas en la ermita de Sant Roc de Ternils.

Detalle de las pinturas góticas en la ermita de Sant Roc de Ternils. / Agustín Perales

«Reunir todas las artes»

El ayuntamiento ya trabaja en la puesta en marcha de una segunda fase que permita destapar y restaurar nuevas pinturas murales. De igual modo, promoverá nuevas visitas guiadas para dar a conocer el descubrimiento. «Hay que reconocer el empeño que le puso el anterior concejal de Cultura, Pasqual Boqueta, en restaurar las pinturas», apunta Almiñana, que prosigue: «Esto debe ser el punto de partida para devolverle al lugar la importancia que tiene. Queremos que la ermita sea el centro de un proyecto que reúna todas las artes, puede ser un escenario al aire libre magnífico y un punto de referencia cultural. La idea sería realizar jornadas de música, danza o teatro, por ejemplo, aprovechando que tenemos en la ciudad asociaciones como la Lira, Les Folies o Ágora. Es algo que nos gustaría poner en marcha ya de cara a la primavera o el verano próximo».

De alquería musulmana a iglesia cristiana tras la reconquista

La propia alcaldesa de Carcaixent es una firme defensora de que la ermita de Sant Roc tiene un valor que va más allá de lo artístico. «En Ternils se encontraba el primer asentamiento poblacional que está documentado. Era una zona muy inundable y se abandonó. La ermita, además, es una de las primeras iglesias de la reconquista; antes había una alquería musulmana. Por estos antecedentes, podemos considerarlo como nuestro origen», expone.

Exterior de la ermita.

Exterior de la ermita. / Agustín Perales

La ermita es estableció como parroquia bajo la advocación de Sant Bartolomé en primer lugar. Está catalogada como Bien de Interés Cultural por la Generalitat. Pertenece a la primera época de la arquitectura gótica valenciana (siglos XIII y XIV). Una de sus peculiaridades, precisamente, es que nunca se revistió con ornamentación barroca, como ocurrió con la mayoría de templos religiosos. «Existen pocas pinturas góticas como las de la ermita de Sant Roc en la Comunitat Valenciana y, tras la restauración, están en un estado magnífico», apostilla la alcaldesa.

La alcaldesa de Carcaixent, Carolina Almiñana, muestra un panel informativo.

La alcaldesa de Carcaixent, Carolina Almiñana, muestra un panel informativo. / Agustín Perales

Sin embargo, han permanecido ocultas hasta hace meses. «El arabista Julià Ribera ya hizo referencia a la existencia de estas pinturas, que han estado tapadas durante tanto tiempo. Es cierto que hubo una época en la que se llegaron a ver, pero el responsable de la ermita de aquella época encaló de nuevo el mural», comenta al respecto.