El Gobierno descarta la fotovoltaica de Catadau

El ministerio deniega la autorización administrativa previa solicitada por la promotora para un complejo que ocupaba terrenos en el paraje de les Pedrisses y la Garroferea de Alzira

La planta de 50 MW de Llombai continúa adelante

El paraje de les Pedrisses en una imagen de archivo.

El paraje de les Pedrisses en una imagen de archivo. / Levante-EMV

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha desestimado la solicitud de autorización administrativa previa formulada por la empresa promotora de la megaplanta fotovoltaica de 80 MW que ocupaba terrenos en el paraje de les Pedrisses de Catadau y en la Garrofera de Alzira, al distribuirse en dos sectores separados físicamente, lo que tanto para el movimiento ciudadano que surgió en el Marquesat en defensa de estas montañas como para el alcalde, José Escuder, representa el «carpetazo definitivo» a un proyecto que ya había cosechado una declaración de impacto ambiental desfavorable.

La empresa Harbour Maestrat 3 sí tiene el camino expédito para completar la tramitación de una segunda planta fotovoltaica de 50,4 MW que bajo la denominación de «Valentia Edetanotum FV5» se ubicará en el término de Llombai. La Administración había acumulado los dos proyectos en un mismo expediente que, tras esta última resolución, se desligan. 

El actual alcalde de Catadau ha mostrado su satisfacción por la desestimación de un proyecto que abarcaba una superficie próxima a las 180 hectáreas ya que, según señala, aunque el paraje de les Pedrisses «pueda parecer que son cuatro piedras», cumple su función para la recarga de acuíferos. «No se trata de que se ocupe o no se ocupe, pero las cosas se tienen que hacer bien y si se pueden ocupar primero techos, polígonos o construcciones que ya existen siempre será mejor. La solución al campo no puede ser arrancar los árboles sino ver entre todos qué podemos hacer para que sea rentable», señala Escuder, que apunta que en lugar de arrancar grandes superficies de cultivo se puede buscar la agrupación para crear grandes fincas agrícolas «que den vida a la cooperativa, a los trabajadores y al pueblo. Porque una planta solar tiene solo quince trabajadores», apostilla.

«La solución al campo no puede ser arrancarlo, sino ver entre todos qué podemos hacer para que sea rentable»

José Escuder

— Alcalde de Catadau

Fuentes de la plataforma Salvem les Pedrisses, por su parte, señalan que sin el informe ambiental ni la atorización administrativa previa el expediente no puede continuar para obtener el permiso de construcción, lo que supone que el proyecto se descarta. Pese a haber conseguido el objetivo, señalan que la plataforma no desaparece, sino que se ha refundado como una entidad en defensa del patrimonio y la biodiversidad ya que, advierten, otros proyectos de fotovoltaicas que siguen adelante en el Marquesat -la subestación eléctrica de Catadau es un punto de conexión a la red- y, en particular, la construcción de la subestación colectora denominada Sima de Baldo común a algunos de ellos pueden tener su impacto.

El informe elevado por la dirección genral de Medio Natural de la Generalitat sobre el complejo fotovoltaico denominado «Catadau» ya advertía que se situaba sobre suelo «forestal estratégico» en base al Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat Valenciana (Patfor) mientras que la línea de 30 kv que unía los dos sectores, separados por 14 kilómetros, no solo afectaba a terreno forestal estratégico, sino también a diversos montes de utilidad pública como Matamón, El Monte y la Garrofera en su trayecto por los téminos de Catadau, Tous, Guadassuar, Llombai y Alzira.