Alzira acordona una pasarela de madera ya apuntalada para evitar riesgos

«La estructura está un poco floja y tendremos que actuar», explica el edil de Urbanismo del puente peatonal sobre la muralla árabe

La pasarela ya se apuntaló en el pasado.

La pasarela ya se apuntaló en el pasado. / Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

El Ayuntamiento de Alzira ha restringido el paso a la plaza de la Capella de la Sang tras detectar desperfectos en la pasarela de madera que comunica la avenida Luis Suñer con el Mercat de la Vila. El consistorio ha acordonado la zona de forma preventiva y estudiará la deteriorada estructura para determinar cuál es la mejor solución al problema.

El departamento de Urbanismo confirmó el martes, tras una primera inspección, que la pasarela sufre daños derivados de su erosión por el paso de los años. Ese mismo día, por la tarde, la Policía Local procedió a acordonar la zona para evitar la circulación de los peatones al considerar existía el riesgo de que se produjera un accidente.

«El cierre es totalmente preventivo», destacaba Levante-EMV el concejal de Urbanismo, Andrés Gomis, que añadió: «Por suerte no ha habido que lamentar ningún daño, pero en una inspección se ha detectado que la pasarela, en la parte de abajo, necesitará alguna mejora. La estructura está un poco floja y tendremos que actuar».

Cordón policial para evitar el paso de los peatones.

Cordón policial para evitar el paso de los peatones. / Rubén Sebastián

Centenares de personas recorren cada día este puente de madera sobre la antigua muralla árabe que une la avenida Luis Suñer con el Mercat de la Vila y el casco histórico de la ciudad. El cierre, sin embargo, más allá de una pequeña molestia, no deja ningún área completamente incomunicada, ya que existen itinerarios alternativos sin tener que dar grandes rodeos. La estructura ya tuvo que ser apuntalada en el pasado al aparecer unas primeras deficiencias en la estructura, que se vio reforzada con numerosas varas metálicas que garantizaban su estabilidad. Hasta ahora.

«La pasarela ha sufrido más daños, está fuertemente desgastada. Hay que tener en cuenta que ya estaba apuntalada y que por allí circulan muchas personas cada día. Así que hemos optado por el cierre antes de ponernos a estudiar el alcance del problema», comentó Gomis. En estos momentos, el departamento urbanístico del consistorio desconoce cómo de profundo es el deterioro. «Desde luego, tendremos que rehabilitar la estructura de alguna forma, lo que no sabemos todavía es la magnitud de la intervención», reconoció el edil.

Los técnicos deben, por tanto, analizar en profundidad la pasarela, detectar dónde se encuentran los daños y decidir si el problema se puede solventar con pequeña intervención o, por el contrario, requería sustituir la estructura al completo. «El informe nos dirá. Nosotros daremos la mejor solución posible en base a su criterio. Entendemos que el cierre puede ser una pequeña molestia para algunos vecinos, ojalá se pueda solventar rápidamente», concluyó el concejal de Urbanismo.

«Da miedo pasar»

El cierre de la pasarela de madera que discurre sobre la antigua muralla de Alzira no pasa desapercibido. El aparatoso cordón policial no deja lugar a la confusión: no hay que pasar por allí. Y algunos vecinos de la ciudad lo avalan. Ya fuera a raíz del breve comunicado lanzado por el consistorio a través de sus redes sociales o a pie de calle, el mensaje que se repite es: «Daba miedo pasar por allí». El crujido de la madera y los pequeños temblores que se producían con cada pisada ya transmitían a los peatones una incómoda sensación y evidenciaban que la firmeza de la estructura era cada vez menor. En breve, con la intervención correspondiente por parte del ayuntamiento, esta desaparecerá.