Alfarb podría cambiar de topónimo. Otra vez. El ayuntamiento ha aprobado, en el pleno municipal, la realización de una consulta popular que sea la que decida si el nombre de la localidad acaba con la letra «b» o con la «p».
La convocatoria de una consulta popular sobre el topónimo tensa el gobierno de Alfarb
La población del Marquesat fue una de las últimas en la Ribera que valencianizó su topónimo. Durante años, se ha utilizado la denominación «Alfarp», que un informe histórico y lingüístico de la Acadèmia Valencia de la Llengua rechazó. Con el documento como aval, el Consell aprobó en mayo que el nombre oficial sería Alfarb.
Sin embargo, como ya avanzó Levante-EVM, el alcalde de la localidad, el socialista Raúl Mínguez, había tensado las relaciones con sus socios de Compromís al seguir la línea argumental del Partido Popular, que defiende que se debería realizar una consulta vecinal. La última sesión del pleno, celebrada esta semana, aprobó esta iniciativa. Los nacionalistas cuestionaron, en su momento, la legalidad de un proceso de este tipo, ya que el informe de la AVL «es preceptivo y vinculante».
Alfarp tarda 40 años en tramitar la valencianización de su topónimo
«Será la ciudadanía decida si quiere que el pueblo se llame Alfarp, como toda la vida, o Alfarb, como impuso Iniciativa pel Poble con su mayoría absoluta en la legislatura pasada», ha el portavoz de los populares en Alfarb, Pedro José Esteve. «Queremos rectificar este sinsentido a través de la participación activa de los ciudadanos porque su voz no puede ser ignorada ni silenciada», ha añadido Esteve.
La batalla toponímica llega incluso al mobiliario urbano. El monumento de una rotonda de la localidad que incluía la denominación actual amaneció recientemente sin la letra «b» final.