Desmantelan en Simat de la Valldigna uno de los mayores laboratorios de éxtasis de Europa

Doce personas han sido detenidas en el municipio de la Safor y en Altea

Los integrantes de la banda arrojaban las sustancias sobrantes de las drogas sintéticas al campo

Desmantelan en Simat de la Valldigna el mayor laboratorio de éxtasis en España con 1.900 litros de MDMA

Europa Press

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado uno de los macro laboratorios de producción de éxtasis más grandes de España. Han sido detenidas doce personas en Altea y Simat de la Valldigna, presuntamente relacionadas con la producción de anfetaminas a los que se les imputan delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y contra el medio ambiente. Se han llevado a cabo cinco entradas y registros, autorizados por juzgados de Benidorm y de Sueca, uno de ellos en una casa de campo en una zona aislada de Simat de la Valldigna, cerca del límite con Bàrig, en los que se han intervenido 1.900 litros de MDMA, 1.000 litros de precursores para producir éxtasis y otros 1.000 litros de residuos químicos.

La investigación se inició a finales del año pasado por agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Policía Nacional en Benidorm, cuando tuvieron conocimiento de la existencia de un entramado criminal, asentado en la zona mediterránea, que presuntamente se estaba dedicando a la elaboración de drogas sintéticas (cristal) en un laboratorio ubicado al sur del casco urbano de Simat de la Valldigna para su distribución por toda España.

Garrafas de sustancias químicas

Garrafas de sustancias químicas / Levante-EMV

Tras las averiguaciones de los agentes se pudo obtener la identidad de dos de los miembros del entramado a los que se les pudo realizar diversas vigilancias y seguimientos hasta centrar y ubicar varios inmuebles, entre ellos, la casa de campo de Simat, donde los investigadores pudieron observar un trasiego inusual del resto de miembros del entramado, así como una serie de hechos que bien pudieran coincidir con las informaciones que dieron origen a la investigación como fuerte olor a químico, transporte excesivo de garrafas de plástico por los investigados, además de que se les pudo ver portando mascarillas tipo industrial cuando accedían y salían de la casa de campo o se cambiaban de ropa después de haber estado en el interior de la misma.

La organización había elegido la ubicación del centro de operaciones de forma estratégica para tratar de pasar inadvertidos, ya que el laboratorio se encontraba en una zona boscosa y montañosa, con caminos de acceso deteriorados y estrechos para controlar en todo momento los accesos y abortar posibles robos.

Vigilancias para evitar a la policía y a grupos mafiosos rivales

En el transcurso de la investigación los agentes pudieron comprobar un reparto de tareas bien definido entre los distintos miembros del entramado criminal. Por un lado, uno de los investigados era el que realizaba el traslado del resto de miembros hasta el laboratorio y otro de ellos el que trasportaba la droga desde el laboratorio hasta los lugares de almacenaje “guarderías”, previos a su distribución al comprador final. Otro de los integrantes de la organización ejercía como vigilante de la droga para evitar ser robados por otras redes criminales, otro de ellos, aprovechando que carecía de antecedentes, cedía su documentación para alquilar los inmuebles utilizados y no alertar a la policía y por último, los responsables o cabecillas quienes dirigían la organización.

Zulo en el que se escondían los productos

Zulo en el que se escondían los productos / Levante-EMV

Todos los integrantes de la organización adoptaban unas fuertes medidas de seguridad para evitar la investigación policial, utilizando múltiples vehículos de diferentes marcas y colores para evitar la vigilancia policial. Los 1.900 litros de sustancia sintética, MDMA, transformada a su estado sólido (cristalización) hubiera alcanzado un peso final de 2.185 kilogramos y dada la cantidad de la droga, los investigadores sospechan que pudieran estar suministrando el estupefaciente a otros países europeos. Tras ser puestos a disposición judicial cuatro de los arrestados han ingresado en prisión provisional.

Arrollar a los agentes y persecución

Durante la investigación, el pasado día 17 de enero, los agentes decidieron dar el alto a dos de los investigados que, a bordo de uno de los vehículos utilizados para transportar las garrafas de plástico, procedían a abandonar el presunto laboratorio. En ese momento y al verse sorprendidos, los dos investigados aceleraron bruscamente con la intención de atropellar a los agentes que tuvieron que lanzarse a la cuneta para evitar ser arrollados. En ese momento se inició una persecución que acabó con la detención de ambos ocupantes y con la intervención de dos garrafas de 5 litros cada una, que posteriormente se comprobó que contenían anfetamina, procediéndose a su detención y a la precipitación de la fase de explotación y al resto de detenciones y registros domiciliarios.

Finalmente fueron doce los varones detenidos y cinco los registros practicados, cuatro en la localidad de Altea y el macro laboratorio en el término municipal de Simat de la Valldigna, donde se intervinieron un total de 1.900 litros de MDMA (conocido como cristal o éxtasis), 1.000 litros de acelerantes y precursores para elaborar más anfetaminas y 1.000 litros de residuos químicos, un alambique de grandes dimensiones, decantadores, tornos, fogones, probetas, básculas de precisión, equipos de protección individual, entre otros elementos dedicados a la elaboración y almacenaje de la droga y sus precursores.

Laboratorio clandestino

Laboratorio clandestino / Policía Nacional

Dada la magnitud del material intervenido y la complejidad de la maquinaria encontrada en los registros, los agentes fueron asistidos por agentes adscritos a la sección de sintéticos de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de Policía Judicial. Además debido a la peligrosidad de las sustancias se solicitó la colaboración del Grupo TEDAX-NRBQ de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Valencia y el Grupo de Inspecciones y Muestreo de la Comisaría General de Policía Científica.

Arrojaban las sustancias químicas sobrantes al campo

En el transcurso de la diligencia de entrada y registro en el laboratorio de Simat, los agentes pudieron observar como todas las sustancias químicas sobrantes de la preparación de la droga sintética eran desechadas por unos tubos que salían hasta el exterior y acababan vertidas en el campo con el consiguiente daño ambiental, por lo que también han sido imputados como presuntos responsables de un delito contra el medio ambiente.