Miguel de la Guardia, Catedrático de Química Analítica en la Universitat de València, es coordinador del curso «Arte, ciencia y participación» de la UEG. Según explicó ayer, en él se mezclan experiencias y conocimientos alrededor del arte. «Hay artistas que piensan científicamente y científicos que piensan con arte».
El catedrático hizo hincapié en la retroalimentación entre el arte y la ciencia, algo que, dijo, «siempre ha existido».
Para acercar ese concepto, de la Guardia cuenta con la participación de María Gómez, restauradora y artista, que incidió en la «amalgama extraordinaria» que forman el arte y la ciencia cuando trabajan en común. Aseguró que su tarea como restauradora depende mucho la ciencia a la hora de hacer las radiografías pertinentes, estudiar los pigmentos para saber su reacción, entre otros. La restauradora ha concluido que «el arte se alimenta de la ciencia, y la ciencia extrae conclusiones gracias a parte del arte».
Salva Mascarell, artista gandiense, incidió, por último, en que el curso trata, sobre todo, el fenómeno de la luz como base de todo. «Estudiando instalaciones artísticas alrededor del mundo que han sido concebidas con luz artificial o, por el contrario, con luz natural». Mascarell recalcó la admiración de los artistas por la ciencia.
