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El Gobierno excluye la cuenca del Serpis de las inversiones para paliar las sequías

El decreto anunciado por la vicepresidenta Sáenz de Santamaría no contempla la obra que permitiría destinar para el riego el agua de la depuradora de Gandia Esta instalación «tira» cada año al mar un caudal cercano a los 11 hectómetros cúbicos

El Gobierno excluye la cuenca del Serpis de las inversiones para paliar las sequías

Pese a la que la cuenca de los ríos Serpis y Vernissa atraviesa desde hace más de dos años una de las sequías más severas de las últimas décadas, el Gobierno de España no ha incluido a esta cuenca entre las beneficiarias de un crédito de inversiones que rondará los 50 millones de euros destinados justamente a acometer proyectos de obras que permitan disponer, en el presente y en el futuro, de más recursos hídricos, especialmente para el riego agrícola.

Como informó Levante-EMV el viernes de la semana pasada, el Consejo de Ministros celebrado el día anterior dio luz verde a una serie de proyectos considerados de emergencia para paliar la sequía. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, explicó que el dinero se destinaba a la extracción de agua de acuíferos subterráneos y al funcionamiento de las desaladoras, medidas que pretenden atender la demanda de agua en el territorio administrado por las confederaciones hidrográficas del Júcar y del Segura.

Por lo que explicó la vicepresidenta Santamaría, de todo ese dinero la cuenca del Serpis-Vernissa no estará entre las agraciadas, algo que supone una discriminación de este territorio, más si se tiene en cuenta que el pantano de Beniarrés, después de otro año extremadamente seco, se encuentra a pocos días de tener que cerrar compuertas porque apenas registra una reserva de 3,3 hectómetros cúbicos de un máximo de 27 hectómetros que puede almacenar. Si ese cierre de compuertas finalmente se produce, los regantes de la Safor tendrán que recurrir a los pozos, con el incremento en el coste que eso representa.

Con seis o siete millones de euros más que el Gobierno de España hubiese destinado en su decreto de medidas extraordinarias habría podido acometer uno de los proyectos que mejor puede garantizar el riego de cítricos y otros cultivos en la comarca de la Safor.

Sin tratamiento terciario

Se trata de la aplicación del llamado «tratamiento terciario» para las aguas sobrantes de la depuradora de la Safor-Sur, situada en Gandia, a la que llega el caudal residual de 17 municipios de la comarca.

Según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar, de este «manantial» surgen cada año 11 hectómetros cúbicos de agua, una fuente enorme e inagotable que se tiene que «tirar» al mar a través de un emisario submarino porque el actual sistema de depuración no permite que se reutilice para el riego agrícola.

La esperada inversión de seis o siete millones de euros permitiría ejecutar el proyecto para aplicar el «tratamiento terciario» al agua sobrante de la depuradora, lo que ha haría viable para destinarla al riego mediante un sistema de bombeo que la impulsaría, aguas arriba, hasta un punto donde conecte con la red de acequias de la Comunidad de Regantes del Serpis. Como explicó este periódico, en tiempos de sequía esta entidad tiene concedido el derecho de uso sobre todo el caudal que se pueda tratar en la depuradora de Gandia.

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