La mayor parte del recinto ferial de Gandia, dentro del parque de Ausiàs March, seguirá siendo una zona de párking gratuito. Para aparcar los coches se mantendrá, como hasta ahora, todo el espacio asfaltado en donde los sábados se instala el tradicional mercadillo y que entre septiembre y octubre se reserva a las atracciones de la Fira de Gandia. El resto del año los coches ocuparán esa superficie desde el cauce del río Serpis hasta la antigua carretera de Villalonga, donde se estima que caben más de quinientos vehículos.
Así lo quiso aclarar ayer la concejala de Comercio, Alícia Izquierdo, quien señaló que el espacio para aparcar que sí que va a desaparecer el situado a poniente del parque de Ausiàs March. Se trata de unos 12.000 metros cuadrados próximos al Pont Vell en los que se va a habilitar una zona verde financiada por la Diputación de Valencia.
La concejala Izquierdo reconoció que, a raíz del anuncio del ayuntamiento para llevar a cabo las obras del parque, se ha generado una confusión que ha alarmado a los comerciantes del Centre Històric y del Raval, a quienes les ha llegado la idea de que se iba a prohibir aparcar en todo el parque de Ausiàs March.
«Más allá del área donde se va a habilitar el parque, no tiene ningún sentido retirar la zona de párking», señaló ayer Izquierdo, quien quiso tranquilizar al sector añadiendo que, como concejala de Comercio, estudiará e impulsará acciones que conduzcan a facilitar la llegada de clientes al centro de Gandia.
Paralelamente, desde su departamento se está negociando la implantación de un nuevo sistema de tarifas en los párkings públicos y subterráneos de la plaza del Prado y del Riu Serpis para facilitar que los visitantes, los vecinos y quienes llegan a Gandia para trabajar cada día puedan usarlo a precios más económicos.
Pese a estar catalogado como zona verde, el parque de Ausiàs March se usa desde hace muchos años como espacio para aparcar. El Ayuntamiento de Gandia lo toleró porque son cientos las personas que cada día aprovechan su cercanía al centro, del que les separa la pasarela que salva el cauce del río Serpis.
El anuncio sobre la ampliación del parque público llevó al Partido Popular a denunciar lo que consideró que iba a constituir «la muerte del comercio del centro histórico», y exigió que se retirara la propuesta de suprimir las plazas de aparcamiento. El Gobierno local responde ahora que la mayoría de las plazas se mantendrán y que nunca se había proyectado retirar todo el párking.
