Dos agentes de la Policía Local de Gandia salvaron la vida a un bebé de apenas diez días de vida que había dejado de respirar mientras tomaba el biberón en una vivienda situada en el tramo final del paseo de les Germanies de esta ciudad.
Ese suceso dejó en estado de conmoción a los padres y al abuelo del menor, que se encontraban en el piso, quienes inmediatamente telefonearon al número 112 de emergencias. La alerta llegó enseguida a la Policía Local de Gandia, con tanta fortuna que los agentes Mario Morant y Pere Torres se encontraban en el retén de Beniopa, a muy poca distancia del lugar, y encima habían acudido a cursillos para hacer frente a este tipo de situaciones en que un niño deja de respirar.
En tres minutos, según refleja el parte policial, Mario y Pere entraron en la vivienda, en cuya puerta les esperaba el abuelo para no perder ni un segundo, e inmediatamente procedieron a dar suaves pero certeros golpes entre los homóplatos del bebé y a meterle el dedo meñique en la garganta para facilitar la entrada del aire.
El niño, que cuando llegó la policía presentaba la cara amoratada como consecuencia de la parada respiratoria, sí tenía pulso cardíaco, de manera que los agentes insistieron en las maniobras para que recuperara el aliento, lo que se pudo lograr para alegría de todos.
Si la patrulla solo tardó tres minutos desde la llamada al 112, también fue rápida la llegada de una ambulancia del SAMU, que alcanzó la puerta de la vivienda siete minutos después. Los sanitarios tomaron el relevo a los policías y, ya con la respiración restablecida, se lo llevaron al hospital Francesc de Borja, en donde quedó ingresado con evolución satisfactoria.
Según señaló ayer la concejala de Seguridad de Gandia, Àngels Pérez, tanto los médicos del SAMU como los pediatras del hospital felicitaron a los policías porque habían acertado plenamente en su actuación y, con toda seguridad, evitaron consecuencias que podrían haber sido fatales.
Pérez, que también trasladó su felicitación a los agentes, destacó que en estos casos la Policía Local casi siempre es la primera en llegar al lugar de los hechos, e insistió en que el ayuntamiento seguirá fomentando la formación para que, en cada caso, se ofrezca el mejor servicio humanitario a los ciudadanos.
