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GANDIA Educación

El 'boom' demográfico del 2000 colapsa los institutos

El Ayuntamiento plantea como solución la creación de más aulas o el incremento «puntual» de la ratio en algunos centros

El 'boom' demográfico del 2000 colapsa los institutos

El «boom» demográfico registrado en los años 1999 y 2000 en España ha creado ahora, 16 años después, un serio problema a la Generalitat y el Ayuntamiento de Gandia. La demanda para estudiar en los cuatro institutos de la capital de la comarca de la Safor se ha desbordado de manera que, a día de hoy, más de 50 jóvenes no tienen plaza en centros públicos para el próximo curso 2016-2017.

Muchos otros, aunque la han logrado, se han tenido que conformar con la segunda o tercera opción, algo que ha provocado que, por ejemplo, un estudiante que vive en la calle Benicanena haya entrado en el IES Veles e Vents del Grau, es decir, está obligado a un largo desplazamiento para tener que acudir a clase.

A principios del siglo XXI, con un país en progreso económico y buenas expectativas de futuro, fueron muchos los inmigrantes que llegaron desde otros países buscando un puesto de trabajo. Eran los tiempos en que había para todos. Una importante mayoría llegaban con hijos pequeños, recién nacidos o tenían a sus retoños ya instalados en la comarca de la Safor. Ya entonces se desbordaron las aulas de infantil. Ahora, 16 años después, se produce la misma situación pero en este caso en bachillerato.

En todo caso, el incremento poblacional, apuntó ayer a Levante-EMV la concejala de Educación de Gandia, Laura Morant, no es el único que ha hecho que la demanda se haya disparado hasta niveles que ha pillado por sorpresa tanto al Ayuntamiento como a la propia conselleria. A esto se le suma el hecho de que muchos estudiantes de otras localidades de la comarca solicitan matricularse en centros de Gandia para estudiar bachillerato, bien porque en sus localidades no hay institutos, bien porque en los de la capital comarcal encuentran especialidades que no se imparten en los suyos.

Y es que, según Morant, el hecho de ser natural de Gandia no te asegura una plaza en un centro de la ciudad, puesto que los dos únicos criterios que se tienen en cuenta a la hora de asignarlas son la renta familiar y el expediente académico, tratando por igual a todos los jóvenes tengan su residencia familiar donde la tengan.

Pese a que la situación ha pillado de improviso al Ayuntamiento, Morant ha pedido «tranquilidad» y ha asegurado que «ningún alumno se va a quedar sin plaza», algo que, en todo caso, viene marcado por la ley.

Tanto la edil como el inspector de zona ya se han puesto a buscar soluciones para dar cabida a todos los jóvenes en los centros de la ciudad y para evitar en la medida de lo posible el tener que obligarles a realizar largos desplazamientos.

Entre las propuestas que se manejan están las de ampliar el número de aulas en algunos de los centros o en permitir un aumento de la ratio «puntual» para dar cabida a quienes han quedado fuera momentáneamente.

Morant, que defiende que el número de alumnos por aulas «no debe aumentar demasiado», lo aceptaría en este caso para paliar una situación sobrevenida.

La edil aseguró que soluciones de este tipo pasan porque el equipo docente del centro las acepte. Por ejemplo, «si se solicita un aumento de la ratio en el Ausiàs March, un IES al que quieren ir muchos alumnos, la dirección es la que conoce si las aulas tienen o no capacidad para acoger a tres o cuatro alumnos más», explicaba.

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