Y es que el trono del Santo Sepulcro, con la imagen de Jesucristo muerto en su interior, desfilará a hombros de 72 hombres, algo que solo los más viejos recuerdan, dado que únicamente ocurrió en el año 1951, cuando la hermandad se refundó tras la guerra y encargó la imagen procesional al artista Antonio Sanjuán.
A partir de 1952, y hasta el año pasado, el anda ha circulado en la procesión del Santo Entierro, la única en la que participa en todo el año, montada en un carro empujado por colaboradores.
«Era una cuestión de logística», añade Mesalles, quien explica que durante cerca de un año han tenido que organizar un grupo de hermanos portadores, que incluye a siete miembros de otras hermandades gandienses, para reunir a las 72 personas que se necesitan para llevar ese trono.
No es poca cosa. El Santo Sepulcro pesa 780 kilos que, unidos al resto de elementos que lo sostienen y lo decoran, eleva a 1.480 kilos el total que se tendrá que llevar a hombros durante las cerca de dos horas y cuarto que dura la procesión del viernes.
El hermano mayor ya ha hecho cuentas. Salen a cerca de veinte kilos por persona, y los organizadores han previsto cinco personas «de reserva» por si alguien no puede soportar todo el recorrido.
Mucho es lo que se ha tenido que arreglar y modificar para que el Sepulcro procesione sostenido por las espaldas y piernas de potadores voluntarios que han manifestado su emoción y orgullo por este acto que, a buen seguro, obligará un enorme esfuerzo, y más aún si, como anuncian las previsiones, las temperaturas se mantienen altas.
No solo se ha modificado el anda y se ha puesto nueva iluminación, sino que los portadores también estrenarán vestimenta, que será como el hábito de los franciscanos en lo que es un homenaje a esta orden religiosa porque franciscano fue quien reintrodujo la procesión del Santo Entierro en Gandia y franciscano es el templo del Beato, sede de la hermandad del Santo Sepulcro.
Todos los gastos generados para hacer realidad estos cambios han sido donados por un hermano de la cofradía que ha preferido guardar su anonimato y la cantidad de dinero invertido.
Ernest Mesalles no oculta que, por si ocurre algún imprevisto, se situarán dos carros a lo largo del recorrido de la procesión de mañana, de manera que, en caso de necesidad, el trono se depositaría encima y seguiría el itinerario como en los últimos años.
No será esta la única novedad. También la otra imagen de la hermandad, la de Virgen de la Esperanza en la Resurrección, que desfila justo delante del Sepulcro, va a ser portada a hombros únicamente por mujeres.
La Guardia Civil, institución que es hermano mayor honorífico del Sepulcro, incrementa este año hasta once el número de agentes que escoltan la imagen, y también en el Santo Entierro de mañana se estrena la nueva banda, propia de la hermandad, formada por 42 personas, lo que dará un carácter más solemne al desfile de una de las figuras claves de esa procesión.
