El Ayuntamiento de Gandia ha encontrado dos importantes aliados en la cruzada que está llevando a cabo contra las charangas y demás manifestaciones musicales que, habitualmente, acompañan a las decenas de despedidas de soltero que acoge cada fin de semana la playa y, en menor medida, la propia ciudad.

Tanto la Asociación de Vecinos por la Convivencia de la Playa de Gandia, la entidad que desde hace varios años abandera la lucha contra el ruido, como Asemthsa, colectivo que aglutina a los negocios de hostelería de la playa y la ciudad se han posicionado a favor del consistorio en su orden de impedir o multar (cuando se trata de un caso muy escandaloso) a aquellos grupos de jóvenes que contraten a una banda o batucada para amenizar su fiesta por la vía pública.

Paco Pajares, presidente de la asociación contra el ruido, señaló ayer a Levante-EMV que «nuestra opinión sobre esta cuestión es muy buena y demuestra algo que nosotros ya tenemos claro, que el gobierno está demostrando que está concienciado para acabar con este problema», indicaba.

Pajares reconoce que, aunque, a su entender, «hay más despedidas», estas «hacen mucho menos ruido», lo que indica que «ya se nota la presión que está ejerciendo la Policía Local contra estas actividades». «El pasado fin de semana, de hecho, no se escuchó ninguna charanga por la calle», señaló quien se ha convertido en el principal azote contra el ruido.

En la misma línea se pronunciaba José Manuel Navarro, presidente de Asemthsa, quien ve «con buenos ojos» que el ayuntamiento impida la presencia de estos grupos en la calle «si no tienen licencia del ayuntamiento».

Navarro defiende que se celebren despedidas en la playa de Gandia «siempre que sea sin armar escándalo, sin música, comportándose como deben y sin ir vestidos de forma escandalosa», señalaba el empresario de hostelería.

La entidad Asemthsa está trabajando de forma conjunta con el Ayuntamiento de Gandia durante todo el año para tratar de mejorar la imagen turística de la ciudad y el presidente Navarro, que representa la opinión de toda la asociación, cree que medidas de este tipo ayudan a cambiarla dentro de la línea que está llevando a cabo el departamento que dirige la alcaldesa, Diana Morant.

Como ayer publicó este periódico, la ciudad ducal ha empezado a aplicar este verano el artículo de la ordenanza de convivencia cívica que prohíbe que las charangas puedan tocar en la calle. Esta medida tiene por objetivo generar presión contra las despedidas de soltero para tratar de erradicar esta práctica molesta.

De hecho, la Policía Local ya ha sancionado a algunos de estos grupos y, en otras ocasiones, les ha advertido de que no pueden tocar cuando ya estaban preparados para hacerlo. La concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, aseguró que «si se detecta que están armando mucho escándalo, directamente se sanciona».