El proyecto integral contra inundaciones del río Vaca no es un proyecto prioritario para el PP. Ni cuando había crisis ni ahora, cuando asegura que España está en plena recuperación económica. Xeraco y los tres municipios de la Valldigna pueden ir despidiéndose de una actuación que preveía la inversión de 40 millones de euros destinada a evitar desbordamientos del Vaca, desde su nacimiento, en Simat, hasta su doble cauce de desembocadura, uno natural y otro artificial, en Xeraco.

Quedó demostrado ayer, en la comisión de Medio Ambiente del Senado, donde el PP se quedó solo rechazando una propuesta de Compromís para instar al Gobierno de España a que pusiera el dinero y ejecutara de inmediato el plan de obras de un proyecto que fue declarado «prioritario y urgente» en el año 2005 y que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dejó listo para adjudicar en diciembre de 2011. El PP ganó las elecciones generales de ese año y, junto a muchas otras obras, paralizó la inversión.

La «soledad» del PP en el Senado es relativa. Tiene mayoría absoluta y por eso sus votos fueron suficientes para dejar en inútil el apoyo del resto de grupos políticos a la propuesta de Compromís.

En la sesión de ayer, ventilada en cuestión de minutos, sorprendió uno de los argumentos expresados por la portavoz del PP para rechazar la iniciativa de ejecutar la obra de inmediato. Juana Pons, senadora por Baleares, dijo que «las inundaciones son un fenómeno natural con el que hay que acostumbrarse a vivir».

Esa declaración contradice los informes técnicos del Ministerio de Medio Ambiente que, en su día, llevaron a redactar el proyecto del Vaca. Entre otros aspectos, aseveraban que la acción humana había incrementado el riesgo de inundación de este río. En Tavernes el mejor ejemplo es la urbanización del Vergeret, construida en suelo inundable y que una sentencia del Tribunal Supremo obliga a «retirar», algo imposible en estos momentos. Y otro ejemplo en Xeraco, donde el barranco de les Fonts se pierde entre los huertos al haberse interrumpido el cauce hasta el Vaca.

El alcalde de Tavernes, Jordi Juan, apuntó ayer, en declaraciones a este periódico, que también por la pasividad de la Administración del Estado varios caminos rurales situados junto al río o acequias están impracticables por efecto de las fuertes crecidas o desbordamientos. La última salida del río Vaca de su cauce se produjo el pasado diciembre, cuando hubo precipitaciones superiores a los 400 litros por metro cuadrado en buena parte de su cuenca.

El alcalde vallero, refiriéndose al «no» del PP a una obra que es fundamental para su municipio, dijo que suponía «una muestra más del descaro y de la poca vergüenza con la que el PP en Madrid, en este caso mediante sus senadores, está tratando a Tavernes», y añadió que el Gobierno «lo que está haciendo es esquivar un problema que mantiene una zona altamente inundable y que condiciona el planeamiento» de la localidad. Jordi Juan concluyó que, con la actitud de ayer, «ya sabemos que la voluntad del PP para retomar este proyecto es nula».

El senador Jordi Navarrete, autor de la propuesta rechazada por el PP, calificó de «vergüenza» que cargos electos valencianos «hayan rechazado inversiones tan necesarias y justas para nuestro territorio». Navarrete se refería al senador Antonio Clemente, que, precisamente, es natural de Tavernes de la Valldigna y que rechazó su iniciativa.

En similares términos de «indignación» se mostraron otros alcaldes, como Josep Antoni Alberola, de Benifairó de la Valldigna, quien se refirió al «maltrato» que sufren por parte del Gobierno y, que, una vez más, responsabilizó a la Confederación Hidrográfica del Júcar de posibles desastres ocasionados por desbordamientos del río.

Víctor Mansanet, de Simat, dijo que el PP «no ha valorado el peligro para bienes y personas que supone el actual estado de degradación del río y coincidió con el resto en sentir «vergüenza» por el voto del PP «que ha impedido que se solucione un problema que afecta a cerca de 25.000 personas».

En la Safor, otra ciudad, Oliva, sufre un problema similar. Su proyecto contra inundaciones de la rambla de la Gallinera y el río Alfadalí se quedó inconcluso, a falta de una importante presa de laminación, y a día de hoy no se sabe cuándo se ejecutará.