Una de las consecuencias que ha dejado la crisis económica que arrancó el verano del 2007 ha sido la reducción en el número de habitantes en la comarca de la Safor. Existen tres factores que explican esta situación: El primero y más importante es la masiva marcha de extranjeros que llegaron durante los tiempos de bonanza económica del país, cuando había trabajo para todos, en busca de un futuro que no encontraban en sus lugares de origen.

Por otra parte se encuentra el descenso de la natalidad, provocado también por la inestabilidad familiar ocasionada a su vez por la crisis, y por último, los miles de saforenses que se han marchado a otros países para encontrar una oportunidad laboral.

Pese a que parece que la crisis se encuentra en fase de recuperación, según se recoge en muchos indicativos económicos y sociales, las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística es que esa sangría de vecinos se seguirá produciendo en los próximos años.

Si se atiende a la predicción de población que publica el organismo estatal, 24 de los municipios de la comarca habrán perdido habitantes en 2021 respecto a la anterior predicción, que era del 2016.

En concreto, en el conjunto de la comarca habrá dentro de cuatro años 6.116 habitantes menos, un 3,6%. Para ser más claros, de los 169.072 vecinos que se estimaba que habían en 2016, se espera que la cifra se reduzca hasta los 162.956 en menos de un lustro.

Solo hay siete localidades donde se prevé un aumento de la población. Son Alfauir, que crecerá un 8,6% (38 personas), Beniflà, con un 2,61% (12), Guardamar de la Safor, que crecerá un 1,21% (6), Miramar, que aumentará el número de habitantes en un 2,77% (73 personas), Palmera, un 1,98% (20), Potries, con un 2,94% (29), el Real de Gandia, un 4,27% (96) y Villalonga, con un 3,30% que es lo mismo que 137 personas más.

Estos crecimientos, sin embargo, no son suficientes para compensar la enorme marcha que se avecina. En términos porcentuales, son las pequeñas localidades las que perderán más habitantes. Palma de Gandia es la que presenta una mayor reducción de población de aquí a 2021. En concreto, un 12,83% de los habitantes que tiene actualmente se marcharán de la localidad en cuatro años. Pasará de los 1.644 vecinos de la anterior estimación del INE a los 1.433 que se esperan para dentro de cuatro años.

Por detrás de esta se encuentra Castellonet de la Conquesta, el municipio más pequeño de la comarca, que verá como se reduce aún más su población para pasar de 150 a 132 habitantes, o, lo que es lo mismo, un 12% menos. Almiserà también se apunta una bajada superior al 10% y una pérdida de 30 vecinos para pasar de los 282 a los 252.

No obstante, las grandes reducciones de población en términos numéricos se producirán en las tres principales ciudades de la comarca de la Safor. Así, Gandia, que ha perdido miles de habitantes desde que empezó la crisis (llegó a tener 80.000), seguirá con su sangría particular y experimentará una bajada de casi 3.000 personas (3,91%), siempre según las estimaciones que realiza el INE.

Del padrón municipal de Oliva, por su parte, saldrán 1.527 personas en los próximos cuatro años, lo que significa una reducción de más del 6% respecto a lo recogido en 2016. Tavernes de la Valldigna es, de las tres, la que menos población pierde con casi un 2% y 340 habitantes.

Benirredrà es porcentualmente la localidad que menos población se prevé que perderá con apenas un 1,42%, lo que se traduce en 23 personas, que dejarían el total de habitantes en 1.593 en la localidad vecina de Gandia.