En junio de 2015 el grupo municipal de Units per Almoines (UxA), que cuenta solo con tres de los once concejales que forman la Corporación municipal, consiguió la alcaldía de la localidad gracias a sus votos y al apoyo del PP, que así evitaba que la primera autoridad municipal fuera la portavoz de Compromís, Pepa García.
Desde entonces, el alcalde, Joan Cardona, ha tenido que lidiar en un ayuntamiento con ocho concejales en la oposición, pero uno de los objetivos primordiales que se fijó en aquel momento era dejar a Almoines sin deudas. Eso es, justamente, lo que se ha conseguido ahora. El pleno celebrado anteanoche aprobó el pago de un crédito de 105.000 euros con el que completa los más de 700.000 euros que heredó en números rojos cuando hace tres meses asumió la vara de mando.
Almoines está, desde el jueves, con deuda cero, un hito que no se alcanzaba desde hace décadas debido a los constantes créditos que los gobiernos locales de Compromís y el PP fueron contrayendo para llevar a cabo inversiones en la localidad.
Satisfecho por esta nueva situación económica, Joan Cardona señaló ayer a este periódico que la clave ha sido gastar poco. En los tres años de la legislatura dirigida por UxA, Cardona indica que los recursos económicos propios se han destinado a ir liquidando esa abultada deuda municipal, mientras que las inversiones se han financiado mediante las subvenciones de otras administraciones, fundamentalmente la Diputació de València y la Generalitat.
A través de un comunicado, el alcalde indica que lo conseguido es «un hecho histórico», y narra cómo desde 1980 los distintos gobiernos invirtieron en el municipio a costa de créditos y de un incremento de la deuda. Joan Cardona añade que frente a aquella «nefasta gestión» que llegó a situar los números rojos en cerca de 800.000 euros en 2012, UxA ha hecho una «gestión responsable, coherente y digna sin desatender las necesidades de los vecinos y vecinas de Almoines». Añade Cardona que, paralelamente, ha mejorado toda la estructura económica municipal y se ha pasado de pagar a los proveedores en menos de quince días, cuando «antes no sabían siquiera si iban a cobrar».
Con este objetivo cumplido, y teniendo en cuenta que queda un año para las próximas elecciones municipales, quienes aspiren a la alcaldía en mayo de 2019 tendrán una enorme ventaja respecto a otros municipios de la Safor: la de saber que llegan a un ayuntamiento sin cargas financieras.
