Pero actualmente las manifestaciones abarrotan las calles, las distintas generaciones denuncian los comportamientos machistas, los centros intentan educar en esta tema a los más pequeños y los ayuntamientos y empresas del territorio quieren contribuir en esta causa que afecta a toda la ciudadanía a través de la incorporación de planes de igualdad.

La cuestión es si estas instituciones cuentan con los recursos necesarios para implantarlos y, lo que es más importante, cómo pueden gestionarlos.

La consultoría de Igualdad, Fem-Acció, reconoce que muchas de las compañías y consistorios de la Comunitat Valenciana desconocen la manera de introducir los planes de igualdad entre sus trabajadores y, muchas veces, «abandonan la idea» por escasez de materiales.

La exconcejala de Bellreguard, Dora Salavert, decidió que la puesta en marcha de esta consultoría, pionera en la Safor, era una buena oportunidad para asesorar a las distintas empresas y ayuntamientos de la Comunitat Valenciana. A su equipo se han sumado el fotógrafo, Juan José Todolí, que ya ha trabajado el tema de la igualdad desde la vertiente ilustrativa, y la sicóloga y experta en Igualdad, Lara Avargues. En este proyecto también participan otras instituciones externas.

Esta empresa no solo realiza los planes de igualdad, sino que intenta trabajar con los consistorios y empresas a partir de «pequeñas acciones» con el fin de que se instauren poco a poco.

En 2007,el gobierno ya aprobó una ley que obligaba a que las empresas tuviesen sus propios planes igualitarios y, aunque estuvo un tiempo sin llevarse a cabo, el «nuevo gobierno se está movilizando», explica Salavert.

La exconcejala señala que, además, las compañías que incorporan estas medidas pueden optar a subvenciones por parte de las distintas instituciones, por lo que «les genera el menor coste posible». Pero antes de implantar estas medidas igualitarias, la consultoría debe estudiar los puntos débiles.

«Las empresas están cambiando y, por ello, se muestran más responsables», destaca la consultoría. Avargues recalca que «es necesaria la implicación» de todas ellas, por lo que «hay que trabajar con la nueva masculinidad».

Por su parte, la consultoría reconoce que los «ayuntamientos buscan políticas para implementar planes de igualdad y conmemoran fechas clave», pero «muchas veces no se llevan a cabo internamente». Por ello, Fem-Acció no solo elabora protocolos, sino que se aprovechan acciones que ya tienen puestas en marcha, pero bajo el punto de vista igualitario, para evitar que se generen costes. Por lo tanto, una vez «hecho el diagnóstico todo se hace desde la perspectiva de género y los propios trabajadores son los que detectan las acciones micromachistas», relata Todolí.

La consultoría afirma que el problema de muchos ayuntamientos reside en que «no tienen técnicos para estos planes», sino que son los «propios concejales los que los llevan a cabo». Además, los «pueblos pequeños sufren mayores deficiencias» porque carecen de recursos. Así, una vez establecidas las medidas, el ayuntamiento se puede adherir a la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género y, por consiguiente, obtener mayor puntuación a la hora de optar a las subvenciones.

Tras implantar estos planes, que duran entre cuatro y cinco años, los técnicos los van actualizando. Además, cuentan con una comisión encargada de estudiarlos. Desde la propia consultoría también interaccionan con ellos.

Avargues reconoce que «el machismo es un problema de base en muchas instituciones» y, «cuando surge una problemática, es cuando la gente reacciona». Por eso, «ahora es el momento de educar y despertar a la ciudadanía para que en un futuro se recoja todo lo que ahora estamos sembrando», señala Salavert.