Por segundo año, y cumpliendo el protocolo de seguridad que fijó el Ministerio del Interior desde los atentados terroristas de la Rambla de Barcelona y el paseo marítimo de Cambrils, todo el centro de Gandia, incluyendo el núcleo antiguo del Raval, se cortó anoche al tráfico para que la Policía y los equipos de Protección Civil estableciera las medidas que impidan ataques en unas calles y plazas que, hasta el lunes, van a estar abarrotadas de personas.

El primer mensaje lanzado ayer por el ayuntamiento es obvio. Que nadie intente acceder a estas zonas y, en la medida de lo posible, siempre conviene desplazarse a pie. Incluso para los residentes que tienen cocheras hay restricciones, dado que, en el área señalada, solo podrán entrar o salir con sus vehículos de la 1.30 de la noche a las 9 de la mañana. El resto de la jornada no rodarán por los espacios de la Fira más vehículos que los policiales y de emergencias. Para aparcar, a los tres garajes subterráneos del Prado, Riu Serpis y República Argentina se unen numerosas campas en superficie en solares y descampados del extrarradio de Gandia. En total, indicó ayer el consistorio, existen unas diez mil plazas.

Las medidas cambian poco. La concejala de Seguridad de Gandia, acompañada por los jefes de la Policía Local y Policía Nacional de esta ciudad, Marc Cuesta y Carlos Julio San Román, respectivamente, señalaron ayer que se han reforzado las dotaciones de agentes durante las 24 horas del día. La Policía Nacional incluye brigadas de paisano que se mezclarán en aquellos lugares muy concurridos para detectar cualquier acto delictivo. El comisario San Román solicitó a los ciudadanos que no duden en llamar a los teléfonos 091 y 092 si detectan cualquier indicio de delito o de emergencia porque eso permitirá actuar inmediatamente, e incluso prevenir incidentes.

Grandes maceteros, bloques de hormigón, coches patrulla y vehículos oficiales cruzados bloquearán decenas de calles en una imagen que se ha hecho habitual desde que Interior fijó el nivel 4 de alerta antiterrorista. Se trata, aclaró ayer el responsable de la Policía Nacional, de una alerta general que obliga a cumplir esas normas en toda España.

La alcaldesa de la ciudad, acompañada del subdelegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, Roberto Cachorro, abordaron la seguridad en la Fira durante una reunión la tarde del miércoles a la que acudieron mandos de todas las fuerzas de seguridad. El mensaje es que los ciudadanos disfruten de los actos y avisen a la policía si aprecian cualquier tipo de emergencia.