Los grandes proyectos de infraestructuras que la Safor reclama desde hace años van a un ritmo tan lento que desespera a muchos, especialmente a quienes lo sufren y a los empresarios, que siguen reivindicándolos como esenciales para incrementar la competitividad de la economía en esta comarca.

Si Oliva no dispondrá del enlace sur hasta 2023, tampoco antes de esa fecha la Generalitat habrá terminado la nueva carretera con la que se conectará la autovía de l'Olleria en Beniflà, la autopista AP7 entre Almoines y Rafelcofer, y la N332 a la altura de la ronda de circunvalación de Gandia. Como publicó este periódico, el plazo dado para redactar el proyecto es de dos años, y, a partir de ahí, a mediados de 2020, se iniciaría el procedimiento de licitación y posterior ejecución de las obras, que se prolongaría por otro periodo que perfectamente podría rondar los dos años

Estos dos enlaces, el del sur de Oliva y este de Gandia a Beniflà, vendrán a interconectar todas las carreteras de gran capacidad que atraviesan la Safor, de manera que los vehículos, sea cual sea su punto de origen o su destino, no tendrían que atravesar núcleos urbanos, con los problemas que eso genera. Los municipios más beneficiados serán, además de Oliva, Bellreguard, Palmera y l'Alqueria de la Comtessa, que padecen el calvario de miles de vehículos cada día.