En la película Atrapado en el tiempo, Bill Murray interpreta a un periodista que cubre el tradicional Día de la Marmota americano. Cada mañana, el personaje se despierta una y otra vez en esa misma jornada, encontrándose con las mismas personas, viviendo las mismas situaciones. En ese mismo bucle es en el que entró hace ya varios años la playa de la Goleta de Tavernes de la Valldigna. La demarcación de Costas, entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ya tiene marcado en rojo en su agenda que, cada cierto periodo, tiene que hacer aportaciones de arena a esta zona litoral de la Safor, que sufre una evidente regresión.

Tanto los técnicos que firman el proyecto como los operarios que llevan a cabo los trabajos ya lo hacen conscientes de que la arena solo se va a mantener hasta el próximo temporal. Es cuestión de tiempo, a veces de meses, otras de solo semanas.

Esto es lo que ha vuelto a ocurrir tras el episodio de gota fría que padeció el municipio el pasado sábado en el que se anegaron bajos y garajes tras recogerse 221 litros por metro cuadrado. El mar se ha engullido gran parte de la arena que Costas ya aportó el pasado mes de abril. Esto es lo mismo que decir que más de 700.000 euros, que fue la inversión que la entidad estatal realizó en aquella ocasión, se han perdido mar adentro.

Por ello, el pasado martes, el mismo organismo, ahora ya en manos del PSOE, anunciaba una «segunda fase» de estos trabajos que consistirán en la aportación de 35.000 metros cúbicos de arena. El material, como explicaba la Delegación del Gobierno en un comunicado, será extraído de la playa de Xeraco y está previsto que los trabajos empiecen «de manera inmediata», según el comunicado emitido por la administración estatal.

El ayuntamiento de esta localidad explicaba ayer a través de sus redes sociales que, a diferencia de lo que ocurrió la pasada primavera, en esta ocasión los representantes de Costas sí que se han reunido con los responsables municipales de la localidad de la Safor para informarles de la actuación. Hace unos meses, la entidad se vio obligada a parar unos trabajos de extracción de arena por las protestas del ayuntamiento, ya que se estaban llevando a cabo a las puertas del verano.

El consistorio ha informado que, en este caso, afectará a una superficie de 750 metros cuadrados en la zona de desembocadura del río y donde se encuentran las instalaciones del Club de Vela.

Con estas nuevas aportaciones, apunta la Delegación del Gobierno, «se podrá hacer frente en mejores condiciones a los futuros temporales en invierno y proteger a las viviendas próximas a la playa». Por tanto, el objetivo ya no es mantener la playa con espacio para los bañistas, algo que en los meses de otoño e invierno pierde su sentido, sino que el material haga de contención de las envestidas del mar contra las casas que se encuentran en primera línea.

La primera fase de estas obras de emergencia se llevó a cabo tras los temporales de los pasados meses de enero y marzo. «Posteriormente, las actuaciones se paralizaron en mayo para que no coincidieran con la época de baño», explicaron desde la Delegación del Gobierno.

En este caso no ha trascendido cuánto costarán los trabajos. En enero del 2016, el Gobierno invirtió 770.000 euros en regenerar esta zona de litoral. Hasta allí incluso fue el entonces delgado del Gobierno, Juan Carlos Moragues (PP), a visitar los trabajos. En noviembre del 2015, el temporal arrastró el material que meses antes había depositado Costas y en diciembre de 2013, la misma historia. El resultado son varios millones de euros que, literalmente, engulle el mar cada vez que hay temporal.

A esto se le suman las inversiones que haya podido hacer el ayuntamiento para, por ejemplo, acabar con el escalón que se genera durante los meses de verano. Además, ya se había previsto que con la llegada de la última gota fría eso podía pasar. La arena no se puede salvar pero sí las viviendas y el mobiliario urbano. Por ello, la brigada municipal, ante el anuncio de la llegada de la gota fría, levantó un muro de arena para evitar que el agua llegara a la calle.

La playa de la Goleta sufrió importantes daños en enero del año 2017 cuando un impresionante temporal de mar se llevó por delante todo lo que encontró a su paso, destrozó las dunas e incluso muros de las viviendas pegadas al litoral.