Que no se hable de algo no significa que no exista. Hace unos años, casi cada día se conocía el desahucio de familias que habían adquirido su vivienda mediante una hipoteca bancaria y que, con la llegada de la crisis, se vio que no podía hacer frente a las cuotas, a veces desorbitadas. Auténticos dramas que en muchas ocasiones incluían a menores o enfermos que se veían en la calle.

Aunque se han reducido, y así lo constatan las cifras que manejan las diferentes administraciones, sigue habiendo gente que se queda sin casa. Lo que ocurre es que el paradigma ha cambiado de manera sustancial. Si antes eran los que tenían una hipoteca quienes perdían sus viviendas por no poder asumir el pago, actualmente son los alquileres los que están tomando la delantera en esta cuestión. En lo que va de año, se han producido en Gandia 16 lanzamientos por no hacer frente a las cuotas de arrendamiento. Es justo el doble que los ocho desahucios hipotecarios registrados.

Pese a que estas cifras son de la capital de la Safor, se pueden hacer extensibles a toda la comarca, en tanto que no es ningún secreto que el cambio de tendencia ya se ha impuesto.

En solo dos años, el número de familias que se ha visto abocada a dejar la vivienda que tenía en alquiler se ha duplicado, al pasar las 8 del 2016 a las 16 registradas en lo que va de 2018. En los tres últimos ejercicios (2016, 2017 y 2018) suman 37 lanzamientos de arrendamiento, mientras que los hipotecarios en ese mismo periodo de tiempo son 19, según los datos que ofreció ayer el Ayuntamiento de Gandia extraído de las atenciones que se llevan a cabo a través del servicio de mediación hipotecaria que ofrece gratuitamente.

Estas estadísticas revelan, en todo caso, un notable descenso de atenciones por cuestiones inmobiliarias en la ciudad. Durante este año, se han abierto 290 expedientes por los 980 del ejercicio anterior, lo que viene a ser un descenso del 70%.

Del total de las cuestiones tratadas en lo que va de año, 55 tienen que ver con cuestiones hipotecarias, mientras que 23 son relativas a problemas con el pago del alquiler. La suma de estas es de 78, de los cuales se han cerrado un total de 31 expedientes (16 de alquiler, 8 lanzamientos hipotecarios y 7 ocupaciones), mientras que los otros 47 siguen abiertos a la espera de resolverse.

En todos los casos, desde el ayuntamiento se ha ofrecido una alternativa a las familias afectadas por los desahucios a través del servicio de mediación, por lo que ninguna de ellas se ha visto en la calle.

«Es un lavado de imagen»

El concejal de Responsabilidad Social, Nahuel González, compareció ayer en rueda de prensa junto a Silverio Cabrera, responsable de la oficina de mediación hipotecaria. El edil apuntó algunas de las causas de ese descenso. «Los bancos ya no dan hipotecas tan a la ligera como lo hacían antes. Además, y eso es un punto de vista muy subjetivo, están llevando a cabo un lavado de su imagen corporativa», apuntó. Otro de los factores que señala González es que «la presión social y mediática contra los bancos».

Hasta ahora había tres vías de mediación para cuestiones inmobiliarias: La oficina municipal, el Ilustre Colegio de Abogados de València (ICAV) mediante el convenio con el ayuntamiento y el propio CAV a través de otro acuerdo con la Diputación de Valencia. Nahuel González explicó ayer que, ante la reducción de las atenciones se ha decidido suprimir el convenio del ayuntamiento con los abogados y mantener el de la entidad provincial y también la oficina de municipal de mediación.