Evitar incidentes y muertes en restaurantes y bares a causa de las asfixias accidentales. Este es el objetivo que persigue Destí Safor, la asociación de empresarios hosteleros de la comarca, en una campaña iniciada entre todos sus socios para la adquisición de dispositivos para actuar en casos de atragantamiento producido por la comida o por cualquier objeto. La entidad se suma así a otras iniciativas, como las de los ayuntamientos de Gandia y el Real de Gandia, que también han adquirido estos aparatos para centros escolares y de la tercera edad.

Según informa José Manuel Navarro, presidente de Destí Safor, «son ya 25 los restaurantes los que han comprado el dispositivo, y otros muchos están interesados». La asociación organizó una sesión informativa para presentar a los responsables de los establecimientos hosteleros y bares estos nuevos utensilios que pueden salvar vidas. Se calcula que al año se producen en España unos 1.900 fallecimientos por asfixia provocada por el taponamiento de las vías respiratorias.

La causa más común es el atragantamiento durante las comidas, cuando un trozo de alimento se introduce accidentalmente por la tráquea, bloqueando la respiración. Si ese objeto no puede ser rápidamente retirado, acaba causando la muerte.

Hasta la aparición de estos aparatos antiahogamiento, la única solución a este tipo de incidentes ha sido la «maniobra de Heimlich», una práctica para facilitar la expulsión del objeto, pero no todo el mundo sabe, o se atreve, a realizarla. Además, hay que tener cuidado en realizar esta maniobra a las mujeres embarazadas y a niños, por ejemplo.

Navarro afirma que estos casos se suelen producir a menudo en locales de hostelería, aunque la asociación desconoce si ha habido fallecimientos en la comarca por esta razón.

Presente en centros educativos

Por ello, la junta directiva de Destí Safor considera que los aparatos antiahogamiento, que succionan mecánicamente el objeto extraño y libera la vía respiratoria, constituyen una buena manera de evitar estos casos, y está facilitando a sus socios la adquisición de estos dispositivos de cara a la campaña de Navidad. «Hemos realizado un taller para saber cómo funcionan, y estamos facilitando a los miembros de la asociación el contacto con la empresa proveedora y un descuento para su compra». Así, de los 140 euros que cuesta aproximadamente este aparato, los restaurantes adheridos a Destí Safor lo pueden adquirir «por unos 100 o 110 euros», señala Navarro.

Como publicó Levante-EMV esta misma semana, el Ayuntamiento del Real de Gandia también ha comprado tres aparatos para el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Beato Carmelo, la Escola Infantil Municipal y el CAES Nuestra Señora del Amparo. Y, anteriormente, el Ayuntamiento de Gandia también adquirió nueve unidades para las «escoletes» municipales y dos centros de la tercera edad, y, según señaló la concejala de Sanidad, Liduvina Gil, tiene previsto dotar este mismo año al resto de centros educativos.

Según señala el presidente de los hosteleros, Gandia es una de las primeras ciudades del país en incorporar de forma general estos aparatos para evitar muertes por atragantamiento.