Jose Colero escribe con pasión, por gusto, placer y afición. Lo dice él mismo. Hasta ahora, le daba vértigo etiquetarse como escritor, poeta, pero es consciente de que cada vez lo es más y, aunque no quiera, ya no puede remediarlo. Lo que empezó con unos graciosos versos para la crítica de la falla de Tavernes de la Valldigna a la que pertenece, la Cambro, ha acabado por convertirse en casi una religión. Tanto, que ya se atreve a escribir poesías que ironizan sobre temas virales, como el del vídeo de unos vecinos y amigos suyos que el pasado mes de abril saltaban a las redes sociales por intentar sacar, sin éxito, un guiso por la puerta de unos vestuarios, una operación que acabó desastre. El texto lo colgó en su perfil de Facebook y fue comentado y compartido por decenas de personas.

Hace unas semanas, Jose Colero sacaba su primer libro, «Sonatines i sonats», ganador del premio Ciutat de Pego de poesía satírica, que organiza este consistorio y patrocina Edicions del Bullent. Incluso ya ha participado en su primera firma de ejemplares en la Fira del Llibre de València. «Fue una gran experiencia estar en compañía de todos los grandes escritores, un sueño hecho realidad», señalaba entusiasmado a Levante-EMV. «Me he sentido escritor, estaba como en una nube», indicaba.

En realidad se llama José Antonio Martínez Giner y así firmaba sus textos, hasta ahora. Un día se dio cuenta de que nadie le conoce por ese nombre. «Yo presenté el libro como José Antonio Martínez pero me di cuenta de que me estaba poniendo un nombre por el que nadie me llama así», explica a este periódico. Así fue como se decantó por acompañar su nombre por Colero, un apodo heredado de su familia paterna que ni siquiera tiene muy claro de dónde proviene. «No sé si es porque a mi bisabuelo le gustaba mucho la coliflor o porque un día le pillaron robando coles. Yo creo que es más por lo segundo», explica.

Su debut literario habla de «toda la amalgama de 'sonats' que podemos encontrar en el mundo, por España y la Comunitat Valenciana». A través de sus páginas hace un repaso de la actualidad política, de las costumbres de la sociedad valenciana, especialmente la de los pueblos, y también de la nacional. Hay referencias a políticos de toda índole. «Es un libro escrito por un 'sonat', que está hecho para que lo lean los 'sonats' y que habla sobre 'sonats'», explica el autor.

La obra está dividida en dos partes: La primera se titula «Sonatines d'ací», que es un recorrido político y costumbrista por asuntos de la Comunitat Valenciana. «También hablo de la lengua y de cómo el poder lleva 300 años jugando con el valenciano y, en algunas épocas, se ha empecinado en prohibirlo».

Las fallas, parte de su vida

Dentro del apartado de costumbres, como no podía ser de otra forma, hay un espacio dedicado a las fallas. «A mí es una fiesta que me lo ha dado todo, es parte de mi vida. De hecho, publicar este libro no habría sido posible sin las fallas». Sus primeros escritos aparecieron en el «llibret» de su comisión, la Cambro.

Desde entonces, fue depurando su técnica y creando un estilo, porque como él mismo indica, «la poesía satírica es un género no muy comercial, hay pocos escritores y por eso lo mejor es que te vayas creando un sello propio».

En el mundo de las fallas ha recibido varios reconocimientos, como el premio Turista Faller en dos ocasiones (2016 y 2018), el premio al mejor poema satírico que entrega la comisión de la Malva, de Alzira, en los años 2014, 2016 y 2018 y el Premi Portal, que organiza la comisión Portal de Valldigna, de Tavernes. También ha sido guionista de fallas en diferentes talleres, en los que ha realizado la crítica de los monumentos de comisiones de sección Especial de València, con los artistas José Lafarga y con el saforense Pere Baenas en Convento de Jerusalén. También ha hecho lo propio en las Fogueres de Alicante, donde ha elaborado el guión para Carolines Altes con Baenas.

La segunda parte lleva por título «Sonatines d'allà», en los que da más protagonismo a asuntos nacionales, con críticas al Gobierno, con poemas que hablan también de la Casa Real y un apartado dedicado a la moda.

«No puedo parar de escribir»

José Antonio Martínez Giner, Colero, tiene 44 años y es licenciado en Filología Catalana. Es profesor del colegio HHDC de Tavernes y una persona muy conocida y querida en la localidad por su actividad fallera y, especialmente en los últimos años, por su faceta literaria. Tanto él como su familia están ligados a la falla Cambro, ganadora del primer premio en monumento mayor este año. Él mismo es uno de los artífices de esa consecución, ya que, además del «llibret», es encargado del monumento. Su padre, también Colero, lleva décadas preparando las fallas la noche de la «cremà», una labor que también comparte el propio Jose.

Tras este primer libro que publica bajo el sello de Bullent, no descarta que haya nuevos títulos más adelante. «Libros no sé si habrá más pero la poesía satírica voy a seguir trabajándola, seo seguro. Mi cabeza no para nunca y la idea es seguir publicando», señala. «Como es algo que hago por afición, no puedo parar de escribir», remarca.