Entre aplausos y vítores entraron ayer a mediodía en un salón de plenos a rebosar los 15 concejales progresistas que respaldarán al futuro Gobierno de Gandia, el mayor número en la historia democrática de la ciudad.

Se cumplió el guión previsto y la socialista Diana Morant resultó investida alcaldesa en virtud del Pacte del Serpis, firmado el día anterior, con los votos de PSPV-PSOE y Compromís Més Gandia Unida, que garantizan una plácida mayoría absoluta para llevar a cabo sus políticas, revalidando así un segundo mandato juntos.

Tras la constitución de la mesa edad, con las socialistas Lydia Morant y Liduvina Gil, se pasó a la jura o promesa del cargo, momento en que algunos concejales añadieron coletillas. Es el caso de Nahuel González, que lo hizo «per assumir la veu d'un poble i ser per sempre poble», parafraseando al poeta Estellés, o el socialista Natxo Arnau, «por Gandia y en recuerdo de mi tío Vicent y mi amigo Ximo». Alandete e Izquierdo prometieron por imperativo legal.

Pero también hubo concejales del PP que se apuntaron a esta «moda», que en su día implantó Podemos en el Congreso, y así Toni Rodríguez lo hizo «pel Grau, sempre», Gema Martí «por Gandia», y Guillermo Barber «por Gandia, por València y por España». Testigos de esta boda política fueron destacados miembros del Partido Socialista, como la consellera de Justicia en funciones, Gabriela Bravo, el diputado autonómico Alfred Boix, y los exalcaldes Pepa Frau y José Manuel Orengo.

Diana Morant vaticinó que se abre «una etapa de oportunidades mejor que la anterior», sobre todo en el capítulo económico, ya que se ha podido «reconducir las cuentas y reducir deuda».

Víctor Soler (PP) empleó un tono conciliador, pero lo elevó para afirmar que hará una oposición «firme, dura y fiscalizadora», y advirtió a la alcaldesa: «Señora Morant, usted se hereda hoy a sí misma, no vale mirar al pasado».

Josep Alandete (Compromís +GU), señaló que el pacto de gobierno ha sido «sencillo» y era «esperable por la ciudadanía». Pascal Renolt (Cs) dijo que no había llegado a la política para hacer amigos «sino para trabajar duro».

En la plaza Major, a las puertas del ayuntamiento y antes de empezar el pleno los políticos se encontraron con una protesta de la Plataforma d'Afectats per la Hipoteca (PAH), con el fin de recordarles los problemas que todavía existen en materia de vivienda en la ciudad. El reparto de concejalías, cargos y nombres, no se conocerá hasta la semana que viene.