Tres semanas después de las fuertes lluvias que azotaron buena parte de la Comunitat Valenciana, aquella DANA que provocó gravísimas inundaciones en el sur de Alicante y que también se dejó ver en las comarcas centrales, la arena de la playa de Tavernes de la Valldigna sigue llena de las cañas que arrastró la corriente del Xúquer desde Cullera. En las últimas semanas, debido a las altas temperaturas, han sido mucho los vecinos que han querido seguir disfrutando del sol y el agua pero han chocado con la dificultad de tener que atravesar la enorme cantidad de cañas que pueblan la primera línea.

Esta circunstancia ha desatado el enfado y la crítica contra el Gobierno local, y más cuando ha pasado tanto tiempo desde que el temporal las depositara. Muchos han destacado el hecho de que otras playas, como Xeraco, se limpiaran a los pocos días, mientras que en el litoral vallero aún permanezca este molesto material.

Desde hace casi dos semanas, equipos de operarios tanto del propio ayuntamiento como de la entidad Divalterra, dependiente de la Diputación de València, trabajan en la retirada de las cañas. «Los trabajos empezaron el lunes de la semana pasada», explicaba el alcalde, Sergi González, a Levante-EMV ayer. «Primero entraron los trabajadores de la brigada municipal y el martes se sumaron los de Divalterra», señalaba.

González explicó que el operativo está formado por 20 personas, dos remolques de Divalterra, que tienen capacidad para poder entrar en la arena, dos camiones del ayuntamiento y una pala que también pertenece al municipio. «No niego que haya habido cierto retraso en empezar a trabajar pero nos hemos encontrado con muchas dificultades. Entre ellas, que los primeros días de las cañas nuestra brigada estaba ocupada con las fiestas patronales», indicaba el primer edil vallero.

El alcalde espera que la zona urbana de la playa quede limpia de cañas incluso durante el día de hoy o a principios de la próxima semana. González considera «muy injusto» que se haya comparado la situación de Tavernes con la de Xeraco para atacar al Gobierno local «porque no tiene nada que ver la gran cantidad de cañas que teníamos aquí» con las que había en la playa vecina, «algo que reconocieron incluso los operarios de la empresa provincial cuando llegaron y vieron la situación», señalaba.

En los pasados días se han publicado en las redes sociales varias imágenes con sombrillas plantadas entre las cañas, con las quejas de los usuarios que no podían casi atravesar las cañas para poder bañarse.