El Ayuntamiento de Gandia ha abortado el plan para matener el servicio de vigilancia y socorrismo de la playa Nord hasta el domingo 3 de noviembre, que cierra el puente festivo de Todos los Santos. El Gobierno anunció hace unos días que, por primera vez en la historia y ante las buenas temperaturas, prolongaba ese servicio hasta noviembre, pero el cambio meteorológico producido desde el domingo han desaconsejado la operación. Ayer mismo, a eso de las 6 de la tarde, los equipos de la Cruz Roja de Gandia recogieron sus utensilios, que ya no volverán a montar hasta las Fallas del año próximo.
El «cierre» de la playa Nord tiene su lógica. Hasta el sábado pasado las temperaturas, que superaban ampliamente los 20 grados y llegaban a máximas de 25 en las horas centrales del día, todavía animaban a quitarse ropa y tenderse al sol. Los más atrevidos, incluso a meterse en el mar, dado que el agua, calentada durante todo el verano, todavía se mantiene por encima de los 20 grados.
Pero el domingo se produjo el cambio de tiempo. A mediodía el aire ya dejó de ser agradable, se convirtió en fresco por la tarde, y en lunes ya se situó en valores propios de finales de octubre. El martes los termómetros ya bajaron de los 10 grados en muchos puntos de la comarca y apenas si llegaron a los 15 a mediodía.
Para acentuar ese cambio, la lluvia de la noche del lunes al martes y durante buena parte de esa jornada llevaron a los responsables municipales a anunciar el fin del servicio de socorrismo, más aún cuando en los próximos días la previsión es que las temperaturas ya no sean calurosas.
Con esta decisión, el ayuntamiento liquidará los gastos extra con la Cruz Roja y ahorrará una parte de los diez mil euros que iba a invertir en mantener el servicio hasta el 3 de noviembre.
