Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Safor, a la cola en el aprovechamiento y la gestión de las aguas residuales urbanas

La gran depuradora de Gandia no tiene tratamiento terciario y en Tavernes el agua sucia se va al mar

La Safor, a la cola en el aprovechamiento y la gestión de las aguas residuales urbanas

Si bien hace unos años la comarca de la Safor se situó entre las primeras de la Comunitat Valenciana en el tratamiento de las aguas residuales urbanas, ahora ha pasado estar en la cola porque, desde hace muchos años, no ha habido prácticamente inversión en esas infraestructuras tan necesarias.

Fue la Generalitat Valenciana la que tuvo la visión de construir, hace casi veinte años, una gran estación depuradora, llamada de la Safor-Sur, que, a través de una red de colectores, trata el agua de 17 municipios de la comarca, entre ellos Gandia. Ahora bien, desde hace más de diez años se reclama la ejecución del llamado «tratamiento terciario» para poder reaprovechar el caudal. En estos momentos el líquido resultante se tiene que tirar al mar, a través de un emisario submarino, porque la depuración no reúne la calidad mínima para otros usos.

Esta depuradora trató, según los datos de 2018, un caudal de 35.813 metros cúbicos diarios. Se trata de un volumen que, por sí solo, permitiría el riego agrícola en casi la totalidad de la superficie de la comarca si el agua, en condiciones de reaprovechamiento, se pudiese bombear unos pocos kilómetros tierra adentro.

La actual situación es justo la contraria. El agua es tan mala que a veces incluso llega a contaminar el mar en las inmediaciones del emisario submarino, una canalización que, encima, está agrietada en varios puntos, como lo demostró una inspección visual que se llevó a cabo a principios del pasado verano.

Peor todavía es el caso de Tavernes de la Valldigna. Allí la mayor parte del caudal de aguas residuales urbanas e industriales se va directamente al mar. La Generalitat tiene en marcha un procedimiento administrativo desde hace años para construir una nueva depuradora con capacidad para la actual población y las previsiones a medio plazo, pero se trata de una de esas actuaciones que se va prolongando sine die, para desesperación del ayuntamiento.

De acuerdo con los datos técnicos, si la Safor pudiese tratar todas sus aguas residuales por procedimientos modernos y disponer del caudal resultante para su aprovechamiento en otros usos, se ahorrarían miles de euros en los pozos de extracción. Pero es que, más importante que eso, se entraría en la dinámica que marcan todos los parámetros ambientales y de sostenibilidad para no desperdiciar el agua, más aún ante un horizonte de cambio climático que, según los científicos, ha abierto un era de paulatina reducción de las lluvias y, consiguientemente, de la disponibilidad de agua para el consumo.

Compartir el artículo

stats