Los trabajos para habilitar el vial perimetral que descongestionará el tráfico del casco urbano de la playa de Tavernes están a punto de finalizar. Si todo va como está previsto, esta nueva calle que transcurre por el oeste, junto a los edificios de la avenida Blasco Ibáñez y hasta la zona del Lago Azul, podría empezar a funcionar la próxima semana, una vez se firme la recepción de la obra.

Durante esta, los operarios han llevado a cabo el asfaltado de todo el trayecto y la pintura de la señalética. Restará, por tanto, cumplir los últimos trámites administrativos antes de que entre en servicio.

No hay que olvidar que el hecho de que este vial entre en funcionamiento significará que la zona centro de la playa de Tavernes ya cuenta con un colector que evitará las tradicionales inundaciones que se producen cada vez que llueve de forma copiosa. De momento, y hasta que finalice por completo la obra, se estima que al menos la avenida drene mejor el agua y no se anegue tanto. El proyecto final, la desembocadura al mar del agua de lluvia, le corresponde a la Generalitat, que es la que debe ejecutarlo. «La pelota está en su tejado», como recordaba ayer el concejal de Urbanismo, Josep Llàcer.

A partir de la próxima semana, la playa contará con un vial de doble sentido, con aceras para viandantes, que permite conectar la zona norte (playa de la Goleta) con la carretera que une Tavernes y la playa, aunque sea por el camino Marenys. Esto hará que no sea necesario utilizar la avenida de la Marina, principal arteria urbana de la playa de Tavernes y, por tanto, descongestionar de tráfico ese espacio, que hasta ahora era la única vía por la que se unía el norte con el sur de la playa.