El pacto para gobernar juntos al que han llegado Compromís y el PSPV es, además de fruto del acuerdo en el reparto de concejalías, un juego de estrategias políticas por parte de los partidos que tiene su efecto también en las formaciones de la oposición.

Con su entrada en el ejecutivo local, el PSPV logra mayor visibilidad. Los vecinos y vecinas de Tavernes tienen tres años por delante para comprobar cómo gestionan los dos ediles socialistas al frente de sus departamentos. Si uno de ellos, además, es el candidato a la alcaldía en 2023, ya va haciendo camino de cara a que su nombre y su rostro sean conocidos entre los votantes.

Compromís, por su parte, gana en tranquilidad en esta legislatura, ya que no tendrá que negociar con todos los partidos cada vez que quiera sacar adelante un proyecto importante y tiene más fácil, por ejemplo, aprobar los presupuestos, algo que aún no ha ocurrido durante esta legislatura.

Unidos, los dos partidos consiguen dejar a la oposición sin poder para vetar la gestión municipal. Con la minoría del gobierno nacionalista, PP, PSPV, Ciudadanos y l'Esquerra sumaban más ediles, lo que permitía atar en corto el trabajo del gobierno local y también les abría la puerta a lograr pequeñas victorias, tumbando y desgastando la imagen del alcalde y de Compromís.

Cambio de estrategia

Sin embargo, el pacto varía por completo el papel del PP, Ciudadanos y l'Esquerra en el pleno, puesto que pierden toda opción de vetar propuestas del gobierno. Esta situación, a buen seguro, llevará a estas formaciones a cambiar de estrategia, y no se descarta que ahora opten por endurecer el tono y fiscalizar hasta el más mínimo detalle la acción del gobierno de coalición.

Políticamente, además, el nuevo panorama obligará a l'Esquerra a trabajar mucho más sus argumentaciones en el pleno. La correlación de fuerzas le deja como el único partido de izquierdas en la oposición, además con un único concejal, mientras que el centro derecha, con el PP y Ciudadanos, suma seis ediles.

La nueva situación puede dejar sin efecto el documento que se aprobó a principios de la legislatura donde se recogían las retribuciones de concejales, el secretario del alcalde, gabinete de prensa y el número de liberados. Estas cuestiones ahora pueden ser modificadas y aprobadas con los votos del Gobierno local, que suman 10 de los 17 concejales.