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Medida

El registro de ADN limpia Almoines de heces de perro

Zonas que normalmente estaban llenas de excrementos, como el entorno del antiguo colegio, presentan mejor aspecto - El ayuntamiento reforzará la información en puntos más problemáticos

Un operario recoge muestras de heces en Almoines, en una imagen de hace unos meses. levante-emv

Hace más o menos un año, el Ayuntamiento de Almoines se convertía en el primero de la comarca de la Safor en disponer de un sistema de registro de ADN de perros. El objetivo era poner coto a aquellos que, de forma incívica, no recogían los excrementos que sus animales depositaban en espacios públicos. El sistema consiste en tomar la muestra, se envía a un laboratorio donde se analiza. Esta empresa se encarga de relacionar las deposiciones con un animal que anteriormente debe haber sido registrado en un censo municipal y, por consiguiente, con sus dueños, a quienes se les cursa la pertinente multa. Gracias a esto, Almoines es, a día de hoy, un municipio casi limpio de excrementos en sus calles. El alcalde, Joan Cardona, se reunía la tarde del pasado lunes con representantes de la empresa ADN Canino, que es la que se encarga de gestionar este sistema. En el encuentro, le trasladaron qué zonas en las que antes se podían encontrar decenas de excrementos de animales actualmente están completamente limpias. Hablaba de lugares como el centro de la localidad o la parte trasera del antiguo colegio, que como el propio alcalde indicaba a modo de símil «parecía un campo de minas», en referencia a la gran cantidad de deposiciones que de animal que habían por allí esparcidas. Así, se puede decir que el sistema está logrando el objetivo de concienciar a la ciudadanía para mantener las calles limpias. Pese a todo, queda trabajo por hacer. Especialmente en puntos de la periferia, donde, como explicaba Cardona, hay varios edificios nuevos done parece que hay que hacer un nuevo trabajo de concienciación. Y en eso está el ayuntamiento. Próximamente se pondrá en marcha una nueva campaña a través de la cual se informará a los vecinos y vecinas de la obligación de registrar a sus animales en el censo municipal y, por supuesto, de recoger los excrementos que depositen sobre aceras o calzadas. «A la primera no se les multará, sino que se les informará de que tienen quince días para registrar a los animales. Si reinciden ya se les cursará la denuncia», señalaba Cardona. Hasta el momento, el consistorio ha registrado un total de 260 animales de compañía en su censo municipal, superando con creces la expectativa, que calculaba una inscripción que rondaría los 200 perros.

Desde que se puso en marcha, la Policía Local ha recogido y enviado a analizar un total de 51 muestras. De estas, 26 dieron resultado positivo, es decir, que permitieron identificar al dueño del animal y cursar la denuncia. Solo en unos pocos casos, el perro no estaba censado, mientras que en una veintena de muestras analizadas no se pudo sacar resultados concluyentes al encontrarse los excrementos contaminados por contacto con otras muestras, tierra u otros elementos que hacían imposible lograr un resultado nítido. El Gobierno local que dirige Joan Cardona ha hecho una apuesta decidida por este sistema y, por el momento, está dando los resultados esperados en tanto que ha servido para adecentar algunas zonas que hasta ahora siempre habían supuesto un foco de suciedad por la presencia de excrementos y un problema para los vecinos y vecinas y los operarios municipales encargados de limpiarlos. Palmera es el segundo municipio de la Safor que ha implantado el sistema de análisis de ADN para detectar a aquellos que no recogen los excrementos de sus perros. El consistorio ha concluido hace unos días la primera fase, es decir, el registro de los perros en el censo municipal. Así, un total de 119 animales han sido inscritos en el centro, un 20% por encima de las expectativas, «lo que indica la buena acogida y el éxito que ha tenido la campaña entre la población», según señaló José Ramón Lorente, concejal de Sanidad y Medio Ambiente. Durante la última semana se ha activado la segunda fase de la implantación del servicio, que corresponde a la toma de muestras de las heces de las calles. Ahora se pasa a la segunda fase. A partir de la información genética de la saliva de los perros ha empezado la recogida de deposiciones olvidadas por sus propietarios en las calles para analizarlas. Se puede decir que «prácticamente la totalidad de perros del municipio ya están censados genéticamente», señala el concejal. Con todo, «nos ha sorprendido que haya tantos perros, pensábamos que eran muchos menos; solo quedarán seis o siete animales por registrar». Además de Almoines y Palmera, Gandia también ha anunciado que implantará este sistema de análisis de ADN para «cazar» a aquellos que no cumplen con la obligación de recoger los excrementos de los animales, aunque por ahora no ha movido ficha.

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