Que Rótova pase a denominarse oficialmente Ròtova ya está solo a la espera del decreto del Consell de la Generalitat Valenciana. Es un sencillo paso, una modificación del acento, de agudo a grave, que no cambia en nada la vida diaria, porque los ciudadanos de esta pequeña localidad, y los del resto de la Safor, nunca han dejado de pronunciarla como corresponde.

Ayer el pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua dieron el visto bueno al informe de los especialistas que, como se esperaba, avalan que el topónimo correcto del municipio es ese, Ròtova, y será exclusivamente en valenciano porque así lo pidió, en una votación unánime, el pleno del ayuntamiento a propuesta de su alcalde, Jordi Puig.

Lo normal ahora es que en cuestión de semanas el Consell autonómico cierre este proceso con la publicación del acuerdo en el Diari Oficial de la Generalitat y, después, en el Boletín Oficial del Estado para que tenga validez en toda España.

La Acadèmia de la Llengua recuerda en su informe que el topónimo, de origen árabe, responde a la antigua forma «rutba», que significa lugar de porte, una especie de «frontera» y punto de control donde se cobraban los impuestos, generalmente los de los rebaños que se desplazaban de un lugar a otro, dependiendo de la época del año, en busca de pastos.