"¡Mi hija! Pensé que ya no la volvería a ver nunca más"

La mujer reconocía que, tras tanto tiempo, se sentía «muy nerviosa», pero que «el encuentro ha sido espectacular». «Cuando me dijeron que podíamos venir a ver mi madre, me sentía como si me hubiera tocado el gordo de Navidad y el sorteo del Niño a la vez», recalca con los ojos vidriosos. Su madre ingresó en el centro el 22 de diciembre de 2020 y, desde ese día, no lo ha vuelto a ver. Sólo han mantenido el contacto a través de llamadas telefónicas y videollamadas.

La progenitora de Susi Oltra también ingresó en el mes de diciembre. Ella nunca había estado en una residencia, pero tuvo que entrar después de un golpe. «Era complicado tener que ir varias veces a la semana en Gandia con toda la pandemia y ella misma decidió venir a la residencia», señala mujer. Tanto ella como Isabel continuaban emocionadas una hora después del encuentro y en las puertas de la residencia.

Oltra recalcaba que las primeras palabras de su madre fueron muy tranquilizadoras. «Me ha remarcado en todo momento que no me preocupara porque el trato es formidable y en casa no hubiera sido tan bien cuidada», explica.

"¡Mi hija! Pensé que ya no la volvería a ver nunca más"

Sin embargo, ambas han echado en falta el contacto físico, los besos y los abrazos, ya que, en todo momento, han mantenido la distancia y el encuentro se llevó a cabo separadas por un vidrio. «Son muy cariñosas en casa y nos ha faltado el abrazo, pero verlas con esa alegría ha sido más que suficiente», destacaron las dos mujeres.

Ellas han sido de las primeras en poder visitar a sus familiares, ya que la residencia ha establecido unos horarios para cada uno de los 72 residentes y, por ello, «la próxima semana ya funcionará con total normalidad», explicó Valentín Giner, director del centro, en el que no se ha registrado ningún contagio entre residentes.

Ni Susi ni Isabel sintieron miedo por si la Covid-19 llegaba a la residencia. «Todas y todos los trabajadores han sido un ejemplo y han seguido las medidas en todo momento», remarca Susi. «Todos los días nos mantenían informados de las novedades y podíamos hablar con nuestros familiares», explica Isabel. Además, Susi Oltra explica que el hecho de haber recibido la vacuna tan pronto ha sido «un aliento de esperanza».

Sin embargo, Giner remarca que, a pesar de estar vacunados, hay que seguir manteniendo las medidas y agradece «la colaboración de los trabajadores y familiares, ya que, gracias a ello, poco a poco los residentes van volviendo a la normalidad».

Para poder visitar a los residentes, las familias deben seguir un protocolo antes de acceder al centro. «Deben llevar mascarilla FFP2, les damos una bata desechable a la entrada, les tomamos la temperatura y se desinfectan las manos y el calzado». Durante la visita, sólo pueden acudir un máximo de tres personas convivientes y deben rellenar un cuestionario con algunas preguntas como si han pasado la covid si han estado en contacto con alguna persona con síntomas, han tenido sensación de cansancio durante los últimos 14 días o notado pérdida del olor o el gusto.

Giner señala que «nuestro deseo es que el próximo paso sea el contacto físico porque ya lo necesitan». Además, el director de la residencia destaca con una sonrisa que «estas visitas ya son un gran triunfo».