Si nada lo impide, el próximo será el último fin de semana en que Gandia estará sometida a la prohibición de entrar y salir de la ciudad sin causa justificada. Entre hoy y mañana, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciará que levanta el confinamiento perimetral de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana que entró en vigor a finales del pasado mes de enero. Habrá sido, por tanto, algo más de un mes en que los comercios tanto del centro como de la periferia de la ciudad han dejado de recibir la visita de un 30% de los clientes aproximadamente.
Ese es el porcentaje que se calcula llega de otros municipios de la comarca de la Safor, especialmente la tarde del viernes y durante todo el día del sábado.
Por eso, si hay un sector que espera con impaciencia que llegue ese momento es el comercial. Sin duda, esta medida, sumada a la obligación de cerrar a las 18 horas, ha mantenido a los empresarios en una situación muy delicada. Algunos, de hecho, optaron por no abrir el sábado por la tarde porque consideraba que no le merecía la pena.
Gandia ejerce una capitalidad muy aplastante en el entorno de la Safor. La gran mayoría de los municipios de la comarca no disponen de servicios que sí se pueden encontrar en la ciudad. No en vano, cada día acuden miles de personas a trabajar a Gandia entre semana. Y en fin de semana, otros tantos acuden también en busca del ocio, las compras o la hostelería, oferta que se puede encontrar en la ciudad, la playa y los centros comerciales.
Por eso, el cierre perimetral durante los fines de semana supuso un mazazo importante para el sector comercial, que ve que parte de su clientela de viernes a domingo llega de otras localidades próximas.
Con todo, el sector confía en ir recuperando poco a poco el nivel de ventas de antes de este cierre o incluso de la pandemia. Además de abrir la ciudad eso pasa también por que se permite alargar el horario de cierre, algo que aún no se sabe si se permitirá a partir de la próxima semana.
El levantamiento del cierre perimetral llegará, con toda probabilidad, al mismo tiempo que se permita la apertura de las terrazas de la hostelería, por lo que este tipo de negocios también podrán beneficiarse de que a partir del próximo mes de marzo ya pueden acceder a la ciudad vecinos y vecinas de otras localidad.
Los empresarios esperan que esto les ayude a remontar unos negocios que han sufrido en un año dos cierres de varios meses, además de continuas restricciones que se han ido aprobando para tratar de atajar los contagios.
En este tiempo ha quedado patente que los diferentes sectores económicos de la ciudad de Gandia necesitan del resto de la comarca de la Safor para poder resistir, ya que una parte importante de la clientela proviene de otras localidades próximas.
