Al margen de las personas que perdieron la vida en los frentes de batalla durante la guerra civil española y que pueden considerarse víctimas directas del conflicto bélico, hubo muchas otras que acabaron siendo asesinadas, bien por incontrolados de uno y otro bando o bien concluida ya la guerra, cuando el régimen de Franco aplicó una represión implacable contra decenas de miles de personas del bando republicano.
En ese contexto histórico el Ayuntamiento de Oliva ha querido reconocer ahora que, cuando se habla de excesos, hay que señalar a los dos lados, independientemente del número de víctimas que cada uno causó. Y fruto de ello ha sido el acuerdo de pleno aprobado recientemente que, por primera vez y gracias a un estudio, incluye, con nombres, apellidos y dedicación, la relación de las personas asesinadas durante ese periodo tan convulso.
Así, y a la espera de que nuevas investigaciones amplíen la lista, 121 personas, entre las que hubo dos mujeres, fueron represaliadas y pagaron con su vida. Del total, 53 fueron víctimas de seguidores del bando republicano, y esos asesinatos sucedieron entre agosto y diciembre de 1936, cuando, en los primeros meses de la guerra, operaron brigadas de incontrolados que persiguieron a personas acusadas de ser de derechas, de respaldar a Franco, e incluso simplemente por ser religiosos.
El resto, otras 68 personas, fueron asesinadas, porque esa es la terminología que usa el ayuntamiento, entre julio de 1939 y mayo de 1944. En este caso las víctimas fueron los partidarios de la República y los seguidores de partidos de izquierda, y la gran diferencia es que fue la autoridad establecida en España, por ilegítima que fuera, la que dictó las sentencias de muerte y ejecutó a los acusados, casi siempre mediante el fusilamiento.
Estudio sobre el frente
Pese a ese reconocimiento de todas las víctimas que perdieron la vida «por razones políticas», el acuerdo de pleno no fue unánime. Compromís, PSPV-PSOE, Projecte Oliva y Ciudadanos votaron a favor, mientras que el PP se desmarcó y optó por abstenerse en este punto.
El concejal de Memoria Democrática de Oliva, Josep Escrivà, señaló ayer a este periódico que seguramente se añadirán más nombres a la relación de civiles asesinados cuando se tenga constancia documental, y también se ha iniciado un estudio para determinar el número y los nombres de los olivenses que murieron en los enfrentamientos que tuvieron lugar en los campos de batalla, bien si estuvieron en el bando franquista o en el republicano.
En ese listado, y a efectos cronológicos, Oliva mantiene la separación entre los asesinados de uno y otro bando, pero el acuerdo del pleno corporativo reconoce a todos ellos la condición de «víctimas» por el hecho de haber muerto violentamente y «por razones políticas».
