En el Assut d’en Carròs, situado entre Potries y Villalonga, el río Serpis forma un pequeño lago que, con las aguas limpias que le llegan, constituye una pequeña joya de la biodiversidad y, además, ofrece una bella imagen al paisaje. Por eso ha indignado a agrupaciones ecologistas que a finales de la semana pasada gran parte de ese espacio se quedara seco, porque se había dejado escapar la mayor parte del agua cauce abajo. La consecuencia más grave, obviamente, fue la muerte de una parte de la fauna.

Entre las entidades que han llamado la atención por este hecho se encuentra la Plataforma del Serpis, que aglutina a colectivos y centros de estudios que desde hace años reclama una nueva gestión de los recursos hídricos del Serpis, la adopción de medidas para garantizar su ecosistema y que se acabe con esa especie de maltrato que sufre la biodiversidad que engendra esta vía fluvial.

«Nos preguntamos por qué. ¿Por qué es tan difícil aplicar una gestión sostenible y respetuosa del caudal del Serpis?» ha señalado la plataforma al denunciar lo sucedido y expresar su indignación. Porque, más allá de la pura imagen ofrecida y de que el vaciado del lago se produjera durante unas horas, la interrupción del caudal, lo que técnicamente se llama «pérdida de conectividad» es algo que tiene consecuencias negativas inmediatas. Los peces mueren a los pocos minutos de quedarse sin agua.

Responsables de la Plataforma del Serpis han expresado a este periódico que, tras comprobar lo sucedido, han dirigido una queja formal a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el organismo que tiene la responsabilidad de regular y gestionar los caudales y las reservas de agua del Serpis. Hasta el momento, la petición de información sigue sin respuesta. Puede, indican, que se trate de una reparación en el sistema de cierre de ese pequeño embalse pero, aunque así fuera, lo propio, indican especialistas en biología, hubiese sido ejecutar un vaciado a ritmo muy lento para que toda la fauna hubiese podido buscar refugio y sobrevivir hasta que el agua llenara de nuevo el lago.

Un pez muerto sobre el lodo seco del lago del Assut d'en Carròs

Un pez muerto sobre el lodo seco del lago del Assut d'en Carròs Club de Pesca de Vilallonga

Esta circunstancia se produce, además, cuando hay suficiente caudal en el río y cuando la reserva en el pantano de Beniarrés, que ayer superaba los 15 hectómetros cúbicos, más de la mitad de su capacidad total, permite perfectamente aportar los recursos necesarios para no poner en riesgo el ecosistema fluvial.

Las entidades ecologistas que desde hace años reivindican una nueva forma de gestionar el agua del Serpis también siguen esperando que la CHJ, titular del Assut d’en Carròs, rehabilite la escalera de remonte de peces y otros animales para que exista conectividad a ambos lados de la barrera que retiene el agua.

Una «nueva» gestión del agua que no llega nunca

En enero del año pasado, con el respaldo de los partidos políticos que dirigen la Generalitat y el Gobierno de España, las Corts Valencianes aprobaron una proposición en la que instaban al Ministerio de Transición Ecológica a establecer «una nueva gestión de los recursos hídricos del río Serpis».

Lo que era significativo en esta acción es que se adoptaba con los votos de los partidos que gobiernan, pese a lo cual, casi dos años después, no consta que se haya iniciado ningún procedimiento para hablar del asunto. Entre otros aspectos, se pedía la participación de todos los sectores implicados o con intereses en el agua del Serpis.