La crisis agrícola genera el abandono de 5.200 hanegadas en la Safor

En dos décadas, se ha abandonado el 30% de las tierras

Una tierra con evidentes signos de abandono en un municipio de la comarca de la Safor. | LEVANTE-EMV

Una tierra con evidentes signos de abandono en un municipio de la comarca de la Safor. | LEVANTE-EMV / Toni Álvarez Casanova. Gandia

Las protestas que estos días protagonizan los agricultores por toda España no han hecho sino sacar a la luz las profundas carencias latentes que viene sufriendo el sector desde hace muchos años. En la comarca de la Safor saben mucho de eso, como lo demuestra el número cada vez mayor de propietarios de tierras de cultivo que deciden abandonarlas ante la falta de rentabilidad.

Esta no es una tendencia para nada nueva y se viene registrando desde hace ya mucho tiempo. Según los últimos datos de la Conselleria de Agricultura, la comarca ha perdido durante el último año un total de 430 hectáreas, lo que se traduce en 5.160 hanegadas, la gran mayoría de ellas de cítricos, ya que es el cultivo reinante en la zona con más de 90% de la superficie de cultivo.

Al cierre del 2022, se contabilizaban un total de 137.376 hanegadas (11.448 hectáreas). De estas, la práctica totalidad pertenecen a cultivos de regadío y más de la mitad, un 52% (71.832 hanegadas) son naranjas. El secano, por su parte, apenas está extendido, con 3.840 hanegadas (320 hectáreas) y está basado especialmente en algarrobo, algo de almendro y un poco de olivar para la elaboración de aceite.

Solo un año antes, la comarca sumaba un total de 142.536 hanegadas de tierras en producción (11.878 hectáreas) entre todos los tipos de cultivo.

El principal motivo por el que los agricultores abandonan sus tierras es la falta de rentabilidad, cuyas razones van desde la competencia de otros países, la inflación, el encarecimiento de las materias primas, la presión a los precios por parte de la grandes superficies, la falta de lluvia, las altas temperaturas o las plagas, entre otras cuestiones.

Escasa implantación «eco»

La pérdida de tierras cultivadas ha sido una constante durante las últimas décadas. No se recuerdan años en los que la situación se hay estabilizado y, ni mucho menos, revertido. En 20 años, la comarca ha perdido casi el 30% de su superficie cultivada, lo que en cifra supone un descenso de más de 55.000 hanegadas (4.584 hectáreas).

La situación se ha ido agravando y el ritmo de abandono de tierras es cada vez mayor. Hace un lustro, se contabilizaban 149.808 hanegadas de cultivo en producción (12.484 hectáreas), lo que significa que desde 2017 la comarca ha visto desaparecer casi 12.500 y, por tanto, tiene un 8,6% menos de suelo en producción en ese tiempo.

En la Safor tampoco la conversión de las tierras a cultivo ecológico se ha erigido como una posible solución, puesto que la existencia de esta modalidad agrícola no ha acabado de despegar como si lo ha hecho en otras zonas y hay apenas 259 hectáreas de este tipo certificadas, según los últimos datos del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV).

Además, la comarca practica el monocultivo del cítrico y hay muy pocas experiencias de otras variedades que se hayan extendido, como ocurrió en la Ribera con el caqui hace unas décadas, por lo que las condiciones no son nada favorables para revertir la situación.