La Generalitat tendrá que pagar toda la planta solar de la cofradía de Gandia

Las placas se han montado sobre los edificios de la lonja de subastas y el local de la cofradía

La lonja y los locales de la cofradía, donde se han puesto las placas fotovoltaicas.

La lonja y los locales de la cofradía, donde se han puesto las placas fotovoltaicas. / Levante-EMV

Sergi Sapena

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana tendrá que pagar la totalidad de una instalación de energía solar que la Cofradía de Pescadores de Gandia montó sobre el edificio de sus oficinas y sobre la lonja de subasta de pescado, donde también se encuentra el restaurante La Llotja.

Así lo acaba de sentenciar la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justícia de la Comunitat Valenciana (TSJ) a raíz del recurso que presentó la cofradía.

En el año 2021, durante la pasada legislatura, la Conselleria de Agricultura decidió subvencionar esa instalación, valorada en 37.290 euros, solo al 60%, aduciendo que esta era una instalación auxiliar de otra que el Grupo de Acción Local Pesquero l’Albufera-Gandia montó en la isla del Palmar. La Cofradía de Pescadores de Gandia, sin embargo, alegó que aquella era una placa solar de muy reducidas dimensiones destinada a alimentar una caseta, muy diferente a la que se había puesto en los dos edificios del puerto de Gandia.

Así, el TSJ avala el argumento de que lo hecho en Gandia es una planta «de interés y carácter colectivo», que cumple el requisito de ser «innovador» y que mejorará la eficiencia energética en infraestructuras públicas, al tiempo que reducirá la huella de carbono. Al reunir todas esas condiciones, en vez del 60%, corresponde una subvención que cubra la totalidad de la inversión realizada. La sentencia concluye condenando a la Generalitat a abonarle a la cofradía los 37.290 euros invertidos en la obra.

La planta fotovoltaica suministra electricidad a la lonja y a las instalaciones de la cofradía, lo que contribuye a reducir costes económicos en la entidad. Parte del sobrante también se destina a un cargador de vehículos eléctricos situado en ese mismo lugar.

La cofradía, además, demuestra con hechos su compromiso con el medio ambiente y se sitúa en un plano de igualdad respecto a otras entidades similares porque, como ha ocurrido, en otras comunidades autónomas proyectos como este recibieron una subvención que cubría toda la inversión.