OPINIÓN

Transporte público comarcal

La estación de autobuses de Gandia.

La estación de autobuses de Gandia. / Levante-EMV

Alfredo Cortell Sivera

Hablar de un tema que no conoces en profundidad es cuanto menos atrevido. Pero al igual que sabemos que nuestro automóvil falla sin tener grandes conocimientos de mecánica, puedo hacer una valoración de las consecuencias de la situación del NO transporte público que padecemos.

Las características demográficas actuales comportan que tanto las familias como muchas veces las amistades residan en pueblos distintos, al igual que muchos servicios se ofrecen en localidades donde uno no reside. Esta situación comporta un problema social que afecta sobre todo a las mujeres, siendo más grave en el grupo de gente mayor y en las familias más desfavorecidas. Cuando ves que la situación de las comunicaciones intracomarcales comporta que personas independientes se convierten en dependientes, te das cuenta de que algo va mal. En muchas ocasiones el desplazamiento puede comportar estar todo el día fuera de casa. De no ser así, generalmente hay que recurrir al hijo, al sobrino, al vecino para efectuar el desplazamiento, dependiendo de la disponibilidad de estos.

Desde hace tiempo se vienen estudiando los problemas de la movilidad que permiten abordar cuestiones que afectan al núcleo del desarrollo territorial desde la triple perspectiva de competitividad económica, sostenibilidad ambiental y cohesión social. En relación a lo que nos atañe entiendo que los dos últimos aspectos son los que más nos interesan. La cohesión social entendida como aquello que evita la exclusión, como decíamos antes, tiene como objetivo favorecer que todas las personas, y sobre todo la mujer, tengan acceso a una completa independencia, tanto a los servicios y equipamientos que necesiten como a las relaciones humanas imprescindibles para evitar la soledad impuesta.

En nuestra comarca existía hace años un transporte público que conectaba, aunque de forma radial, todos los pueblos con Gandia, con una frecuencia de paso que facilitaba su uso. De forma paulatina los desplazamientos se vieron sustituidos por los vehículos particulares que en principio proporcionaban más autonomía para quienes los utilizaban y a la vez demostraban un cierto estatus. Esa pendiente nos ha llevado a la supresión del transporte público con la situación actual que no cubre, ni por asomo, las necesidades que tenemos. No hay que perder de vista que en la actualidad no solo son necesarias líneas radiales sino también líneas de transporte público que favorezcan la conexión entre las poblaciones de la comarca.

Para revertir esta situación nos encontramos con dos problemas. Por un lado la insistencia para utilizar vehículos individuales y, por otro, lado la carencia de campañas por parte de la administración recomendando el uso del transporte público.

Insistiendo en la importancia del género, los patrones de la movilidad de hombres y mujeres son distintos. En la mujer la movilidad se asocia a las compras y gestiones derivadas de las tareas del hogar y del cuidado de terceras personas, lo que comporta un porcentaje mayor en sus desplazamientos. Se acusa más este problema cuando en la familia solo se dispone de un vehículo, que suele utilizar el hombre.

A todo lo anterior hay que añadir el reconocimiento general de las ventajas del transporte público.

-Disminución de la posibilidad de ciertas enfermedades al aumentar el ejercicio físico. Disminuir el estrés y evitar la polución. Disminución del índice de registro de accidentes de tráfico. Disponer de más tiempo para algunas actividades, leer, hablar con la gente. Menor gasto económico en los desplazamientos. Disminución de la huella de carbono al evitar emisiones de CO2 a la atmósfera.

¿Quiere todo esto decir que la Administración no se preocupa? No, pero ¿para qué sirven estudios serios como el PAT (Plan de Acción Territorial), en la Comunitat Valenciana si duerme en los cajones de la Administración? Por desgracia los proyectos y los planes si no se ejecutan solo sirven para gastar el dinero público sin ninguna mejora de los ciudadanos.

Es imprescindible que la ciudadanía, sobre todo los y las afectadas por este desaguisado, nos concienciemos de que hay que exigir, exigir y exigir a nuestros representantes comarcales que trabajen activamente para resolver esta situación que está afectando negativamente a tantas personas.