Gandia pone 713.244 euros y salva por segunda vez la mayor obra del Edificant

El acuerdo para la modificación del contrato del nuevo instituto Ausiàs March eleva el proyecto a casi ocho millones

Entre las causas del incremento figura el imprevisto de haber encontrado una capa con uralita construida con amianto

El compromiso es que ahora los trabajos avancen rápidamente y que el instituto abra en septiembre de 2025

La fachada del instituto Ausiàs March de Gandia, a mediodía de ayer, con dos de las grúas  de la obra

La fachada del instituto Ausiàs March de Gandia, a mediodía de ayer, con dos de las grúas de la obra / Levante-EMV

Sergi Sapena

Una larga negociación entre la empresa ECSA Obra Pública y Civil y el Ayuntamiento de Gandia han conseguido impedir la paralización de la obra que se está ejecutando para la rehabilitación integral y la ampliación del instituto Ausiàs March de Gandia. Se trata de la mayor obra del programa Edificant en esta ciudad, con una inversión que ya se sitúa en los ocho millones de euros.

El acuerdo entre ECSA y el Ayuntamiento de Gandia se ha materializado en un modificado del proyecto que ha elevado el presupuesto en 713.244 euros, lo que supone casi un 10% sobre la adjudicación. Afortunadamente la cifra final no supera el montante inicial previsto y autorizado por la Conselleria de Educación, por lo que el ayuntamiento no tendrá que poner ni un céntimo.

Según señala el concejal de Urbanismo, Vicent Mascarell, este acuerdo permite que los trabajos, que habían quedado un tanto ralentizados en las últimas semanas, se puedan retomar a todo ritmo. El nuevo plazo para la conclusión la obra se sitúa en 16 meses, de manera que, si se cumple, el nuevo instituto se entregaría en el verano de 2025 y en septiembre de ese mismo año ya podría abrir sus puertas para estrenar el curso.

En 2022 se complementó con 400.000 euros

Esta es la segunda vez que el consistorio gandiense consigue llegar a un acuerdo con la empresa adjudicataria del proyecto. En noviembre de 2022 ya se tuvo que complementar la aportación económica en cerca de 400.000 euros debido al incremento en el precio de los materiales que se registró en aquellos años.

En esta ocasión son varios los motivos que han llevado a encarecer este proyecto de gran importancia para Gandia. Entre estos figura el hallazgo inesperado de una capa de fibrocemento situada entre las tejas y el falso techo de talla de la estructura más antigua, que nadie había detectado. Ese elemento, que contiene amianto, una sustancia que puede resultar cancerígena si no se manipula adecuadamente, ha requerido la contratación de una empresa especializada para dejar limpia toda la zona.

En segundo lugar, Iberdrola ha exigido modificaciones en el sistema de suministro eléctrico al futuro complejo educativo, y también ha sufrido cambios la red de saneamiento de agua. Finalmente, la empresa se ha encontrado con el imprevisto de algunos aparatos que figuraban en el proyecto inicial y que ya están descatalogados porque han aparecido otros más modernos pero también más caros.

Como ya ocurrió cuando se paralizaron las obras por primera vez, el Ayuntamiento de Gandia ha puesto el máximo interés en esta negociación, examinando uno a uno los argumentos de la empresa para poder certificar que, efectivamente, el incremento del presupuesto quedaba plenamente justificado y se debía a causas ajenas a la constructora que se adjudicó el proyecto.

El consistorio quiere que el nuevo instituto Ausiàs March abra sus renovadas instalaciones cuanto antes, no solo porque se trata de un centro educativo de gran simbolismo, fue el primer instituto laboral de la comarca, sino porque sus estudiantes y personal docente se encuentran desde hace dos años en unas instalaciones provisionales, a base de barracones montados en un solar junto al Museu Faller.

Tres décadas de reclamaciones

El Ausiàs March, popularmente conocido como el ‘institut vell’ de Gandia, reclamó durante casi tres décadas obras de reforma y ampliación, pero diversas circunstancias lo impidieron, entre ellas un conflicto por la expropiación del solar en el que ahora se construye una estructura anexa que acabó en un larguísimo proceso judicial.

La obra, que avanzó a muy buen ritmo durante meses, ya permite vislumbrar la envergadura de esta actuación que también ha tenido en cuenta el patrimonio arquitectónico y ha mantenido la estructura más antigua, en forma de chaflán, que da a la plaza de Crist Rei, al paseo de les Germanies y a la avenida de la República Argentina.