Oliva vuelve a reivindicar el tren entre el pesimismo por la ausencia de avances

El municipio de Oliva, justo allí donde antes estuvo la estación de ferrocarril que desapareció hace ahora 50 años, ha vuelto a ser el escenario para reclamar al Gobierno de España la prolongación de la vía férrea desde Gandia hacia el sur, llegando al menos a Dénia.

A la concentración, convocada por el ayuntamiento, ha acudido alrededor de un millar de personas, según los organizadores, entre ellas alcaldes y representantes de asociaciones y entidades, evidenciando la unanimidad que congrega ese proyecto y la necesidad de que se lleve a cabo. El presidente de la Mancomunitat de la Safor, Voro Femenia, ha insistido en ese lugar que «el tren, el tranvía y el autobús comarcal son un derecho de los saforenses».

La concentración se ha hecho coincidir con la apertura de una exposición sobre el tren que, hasta febrero de 1974, circuló entre Gandia y Dénia, trasladando así la idea de que si fue posible puede volver a serlo. David Moratal, presidente de ACCO, y el joven Ángel Pérez se han encargado de pronunciar los manifiestos reivindicativos.

La alcaldesa: "Hartos de promesas"

Poco antes la alcaldesa, Yolanda Pastor, ha vuelto a exigir justicia ante ese agravio que sufre Oliva. El transporte público, ha señalado Pastor, «es un derecho» y por eso reclama que instituciones y ciudadanos «levantemos la voz» porque, como también resulta evidente, sobre el tren Gandia-Dénia «estamos hartos de promesas».

Las críticas de la primera autoridad local también se dirigieron a la Generalitat, que el año pasado anunció la construcción de un tranvía como alternativa al transporte público entre las capitales de la Safor y de la Marina Alta. Yolanda Pastor reprochó al Consell que en los presupuestos autonómicos de 2024 apenas haya 27.000 euros para el estudio del tranvía, una cifra que, según añade la alcaldesa, ni siquiera llega para pagar la totalidad de ese documento. «Es una burla para Oliva», sentenció tras recordar que en los últimos veinte años la Generalitat ni siquiera ha sido capaz de articular una red de autobuses eficaz que dé una mínima respuesta a las demandas de los ciudadanos.

La concentración de esta tarde reivindicando el tren se produce, también, en un ambiente de mucha incredulidad. El Ministerio de Transportes, con cientos de promesas incumplidas, no da signos de avanzar en el trámite, bloqueado desde hace más de un año en los estudios sobre el impacto ambiental que tendrían las obras y la posterior circulación. Hay incluso voces que, a falta de apreciar un progreso efectivo en este proyecto, apuntan a la posibilidad de que el Gobierno deje que sea la Generalitat la que construya la anunciada «alternativa», un tranvía mucho más versátil y más apropiado para viajeros entre municipios que están muy próximos entre sí. El tranvía, además, permitiría habilitar paradas en centros que generan movilidad, como los hospitales de Gandia y Dénia, las urbanizaciones turísticas o los centros comerciales.

 El problema del tranvía es que tampoco avanza como inicialmente se prometió. En los primeros ocho meses del Consell del PP y Vox no consta ningún avance y cuando eso se produzca aún habrá que esperar ocho años, según las previsiones, para el tranvía comience a rodar.

«Esta es una infraestructura muy necesaria para la vertebración del territorio y para la sociedad», ha dicho también la alcaldesa de Oliva. El problema es que, como tantas otras veces, esa reivindicación no se escucha.