La falla Màrtirs se despide del artista con el que ha tocado el cielo

La falla Màrtirs se propuso un reto complicado para el 2023 como era el de contar para la creación de su monumento infantil con un artista que nunca había plantado fuera de València. Lo consiguió. Fue una apuesta arriesgada pero en la comisión estaban seguros que contar con él era sinónimo de éxito. Y así fue. Dos años y dos primeros premios que la convertían en la mejor falla infantil de la sección Especial de las Fallas de Gandia.

Joan S. Blanch ha elevado a la comisión que planta en la calle Magistrat Català al olimpo de la máxima categoría de la capital de la Safor. Pero, al mismo tiempo, eran conocedores que iba a ser muy difícil retener al artista que viste a los ninots mucho tiempo. Han podido disfrutar de él dos años, dos fallas en las que han repetido éxito pero ha llegado el momento de separar sus caminos. Así lo anunciaba la comisión hace unos días. "Decir adiós no es fácil, y más cuando te despides de alguien que te lo ha dado todo y te ha ayudado a estar donde estás", indicaban desde la comisión a través de un mensaje en sus redes sociales.

"Hace dos años la vida nos hizo un regalo maravilloso dejándonos disfrutar de tus obras de arte en nuestro Magistrat Català", apuntan, dejando las "puertas abiertas" de la falla "siempre para ti", apuntan.

Tras la emotiva despedida, tocaba recordar los éxitos vividos pero también trabajar en la búsqueda de un nuevo taller que le garantice a la comisión mantener el nivel en la sección Especial de Gandia. Por ello, el pasado viernes la entidad presidida por Jaime López anunciaba el fichaje de Borja Lorente y el equipo de Cartó Pedra como los encargados de elaborar el monumento infantil para el próximo 2025. "Su profesionalidad y las ganas de hacer falla nos llenan de ilusión en el ejercicio que estrenamos. Nos encantan los nuevos retos, y estamos más que preparados para ellos", indican desde Màrtirs.

Desde la comisión le dan la "bienvenida a Gandia" a un artista que hace unos años ya plantó en la comarca de la Safor, más concretamente en Tavernes de la Valldigna y en la falla Cambro.