La primera decisión de Alcara en el náutico de Gandia

La empresa ha tomado ya posesión del espacio en sustitución del club que la gestionado los últimos 60 años

El proyecto que quiere ejecutar la mercantil contempla una inversión de 7 millones para crear una marina abierta

Situación actual del espacio en el que se encontraba el edificio del Club Náutico

Situación actual del espacio en el que se encontraba el edificio del Club Náutico / Toni Álvarez Casanova

Arranca una nueva era en el náutico de Gandia. El pasado lunes, y tras siete años años de litigio judicial y adminstrativo con el club que lo había gestionado en las últimas seis décadas, desde 1957, la empresa Alcara Infraestructuras tomaba posesión del espacio con el objetivo principal de ejecutar el proyecto que en su día presentó ante la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) para llevarse la concesión.

Es el principal asunto que incluye su hoja de ruta futura pero en estos primeros días y semanas son varios los aspectos que la firma debe abordar. Una de las primeras decisiones ha sido la de mantener a la plantilla de trabajadores que hasta ahora llevaban a cabo su labor en el náutico bajo la gestión del club social. Paco Herrero, representante de la firma en Gandia, ha explicado que "no han estado ni un día sin empleo", ya que pasaron de estar contratados por el club a hacerlo, de forma automática, por la empresa.

En lo que se refiere al espacio en sí, el primer paso será gestionar los escombros que se acumulan en el solar desde hace cuatro años. En 2020 el Club Náutico inició las obras de demolición de su sede social con la intención de levantar una nueva que había proyectado. Sin embargo, el proceso judicial y administrativo con Alcara le obligó a parar los trabajos y el derribo se quedó en el interior de lo que en su día fue la piscina. Lo que va a hacer Alcara ahora, según ha detallado Herrero, es retirar esos restos.

Una vez adecuado el espacio, la empresa ha decidido, para empezar a sacar beneficios, destinarlo temporalmente a aparcamiento. Será un servicio de pago destinado a toda la ciudadanía y que entraría en funcionamiento ya el próximo verano. Le empresa busca aprovechar la explotación del naútico desde el primer momento y, además, ofrecer también una solución a la evidente falta de puestos para aparcar que sufre la playa, especialmente en los meses de julio y agosto.

Alcara, que gestionará el espacio durante los próximos 35 años, plantea para el náutico de Gandia un proyecto de marina abierta, al estilo de la existente en el puerto de Dénia que supondrá un cambio radical al modelo de club social privado que hasta ahora había . Contará con locales comerciales, zonas de paseo pero, sobre todo, se le dará mucho espacio a la hostelería, como ha reconocido el propio Herrero. En la idea de la mercantil siempre ha estado constituir un atractivo turístico más para Gandia y, especialmente, para su playa.

La empresa tiene prevista una inversión de más de siete millones de euros para ejecutar el proyecto y confía en iniciar las obras una vez finalice el verano.

Con la entrada de Alcara en el Náutico de Gandia se pone fin a un asunto que se inició en 2016, cuando la Autoridad Portuaria de Valencia otorgó la concesión a Alcara. El Club Nático recurrió aquella decisión y se revirtió la decisión para que fera esta entidad la que siguiera al frente del espacio. Pero la empresa no se rindió y llevó el asunto a los tribunales, que finalmente le han acabado dando la razón para llegar al punto en el que, por fin, ha podido tomar posesión de la instalación en la que se ha encontrado un solar lleno de escombros entre los que incluso ha crecido vegetación.