Uno de los asuntos que más preocupa a la población en general conforme cumple años es poder sufrir alopecia. Pese a que es más frecuente entre el género masculino, tanto a hombres como a mujeres les da miedo la caída del pelo. La pérdida del cabello tiene una principal causa: la genética. Así que si tu padre o tu madre son calvos, probablemente con el tiempo tú también lo acabes siendo.

Sin embargo, las personas que no tienen casos de calvicie en su árbol genealógico, también pueden sufrir periodos en los que pierdan una gran cantidad de pelo por otros motivos, como por ejemplo el estrés, la ansiedad, la mala alimentación, los cambios hormonales o las enfermedades tiroideas. Además, también pueden provocarlos malos hábitos como el uso excesivo del champú o el secador, o hábitos nerviosos como arrancarse o frotarse el cuero cabelludo de forma compulsiva.

De hecho, el nivel frenético al que estamos acostumbrados a vivir en la actualidad hacen que esta sea una problemática que cada vez afecta a un número creciente de personas, y por este motivo los injertos capilares están a la orden del día. No son pocos los que han viajado a Turquía con el famoso pack que incluye la intervención, el alojamiento y el vuelo. Además, en España cada vez hay más clínicas especializadas en este procedimiento quirúrgico.

Aceite de almendras. Pexels

No obstante, para tu sorpresa seguramente desconozcas que puedes prevenir la caída del pelo con un producto que podría estar en tu cocina: el aceite de almendras. Resulta que este aceite contiene una gran cantidad de vitamina E, que ayuda muchísimo para mantener un cabello sano y fuerte. Puedes bien aplicar el producto directamente en tu cuero cabelludo, o bien utilizar productos como por ejemplo champús que tengan entre sus ingredientes el aceite de almendras. La segunda opción es más cómoda, pero la primera obtendrás resultados antes.