Mamografías ‘inteligentes’ en Gandia

El de mama es el cáncer más prevalente entre la población femenina, con una prevalencia del 30 % de los casos. Así pues, es necesario extremar las medidas de prevención, ya que si se detecta en etapas iniciales, las posibilidades de curación son casi del 100 %, según recuerda la Asociación Española contra el Cáncer.

La mamografía, con una sensibilidad superior al 85 %, es la prueba de imagen más extendida para el diagnóstico de cáncer de mama, capaz de identificarlo hasta dos años antes de que el especialista pueda palpar el tumor. Pero incluso con esta técnica, entre un 10 % y un 30 % de casos pueden llegar a pasarse por alto.

“Senos densos, un mal posicionamiento de la paciente durante la prueba o errores en la interpretación de la prueba son algunas de las razones que explican esta realidad”, afirma el jefe de Radiodiagnóstico de Ascires Gandia, el doctor José Antonio Bultó.

Nuevo sistema para detectar un cáncer de mama

Los especialistas hablan de ‘falso negativo’ cuando hay un cáncer de mama tan incipiente que no se llega a detectar en una mamografía o cuando el tipo de mama tiene alto tejido glandular y su densidad ha puesto en jaque la precisión del mamógrafo (mama densa). 

En estos casos, la prueba de imagen proporciona un resultado de “normalidad”, pero la paciente tiene un tumor en fase temprana que ha pasado desapercibido a la tecnología. Como la periodicidad de las revisiones es anual o bianual, se pierde la oportunidad de detección precoz y por tanto de abordajes menos invasivos.

Con el objetivo de evitar posibles falsos negativos y diagnosticar cualquier tumor mamario con la mayor precisión y en su etapa más incipiente, la clínica Ascires Gandia ha incorporado un sistema de inteligencia artificial a su equipo de mamografía que funciona mediante un algoritmo entrenado por una extensa base de datos.

“Se trata de un software avanzado que Ascires ha introducido de forma pionera en España. Funciona como un segundo observador en la interpretación de la mamografía y aporta una fiabilidad del 96 %”, explica el doctor Bultó.

Resonancia magnética para casos complejos

Para los casos más complejos, como mamas de muy alta densidad o casos de riesgo elevado, Ascires Gandía dispone de Resonancia Magnética de 3 Teslas -la de máxima definición en la práctica clínica y la única en la comarca de La Safor-. Además, cuando se requiere, el centro ofrece la posibilidad de disponer de la información que aporta una prueba genética.

Inteligencia artificial, también en la densitometría

Por otro lado, la precisión diagnóstica que proporciona la inteligencia artificial también se aplica ya a otras técnicas de imagen vinculadas a la detección de diferentes patologías. 

Un claro ejemplo de ello es el caso de la densitometría, una herramienta que permite detectar y hacer seguimiento de la osteoporosis. Esta enfermedad, caracterizada por la disminución de la densidad ósea, provoca que se debiliten los huesos, principalmente en las mujeres a partir de la menopausia.

La fragilidad ósea que provoca la osteoporosis hace que se eleve el riesgo de rotura, especialmente de la cadera, vértebras y muñecas. Por lo tanto, conocer el riesgo individual de cada paciente permite adoptar el abordaje terapéutico más adecuado y prevenir la posible fractura en caso de caída o sobrecarga.  

Para el control de esta patología, Ascires Gandia cuenta con el único densitómetro de la comarca. El equipo, además, está dotado de un software de IA que permite calcular el riesgo de fractura de determinados huesos. 

Las especialidades de Medicina de Familia o de Traumatología son idóneas para indicar este tipo de prueba en las pacientes con mayor riesgo, así como de establecer un diagnóstico preciso e indicar el mejor tratamiento.