Con la llegada del calor y del buen tiempo llegan también la temporada de insectos, algunos de ellos especialmente molestos como el mosquito. Estos pequeños insectos voladores son unos auténticos chupasangre. Las hembras de mosquito necesitan sangre de animal o humana para que maduren sus larvas y por ello pican para obtenerla. El resultado de esta necesidad biológica es nefasto para sus víctimas. Las picaduras son molestas, pican, se inflaman y, en algunos casos, hasta provocan reacciones alérgicas.

Sin embargo, y por si no fuera suficiente con el mosquito común, la Comunitat Valenciana, al igual que otras comunidades de todo e país ha visto cómo en los últimos años la población de mosquito autóctona se ha visto cada vez más desplazada por la llegada del mosquito tigre, una más agresiva que procede de Asia y que ha ido expandiéndose por todo el continente.

¿Qué diferencias hay entre el mosquito común y el mosquito tigre?

Aunque los dos son mosquitos, la verdad es que el mosquito tigre es más molesto. Tiene un color negro con líneas blancas en el abdomen y su comportamiento es mucho más agresivo que el común. El mosquito tigre tiene como peculiaridad que es pequeño (5-10mm), de color negro y con rayas blancas en la cabeza, abdomen, tórax y las patas. La principal diferencia entre el mosquito común y el tigre es que estos últimos pican durante el día y suelen picar en las extremidades inferiores. 

Pese a su tamaño, la fuerza de su picadura es mayor. Son capaces de perforar en algunos casos la ropa y su picadura puede contagiar algunas enfermedades tropicales como el Dengue o la fiebre del nilo.

La primera detección de presencia del mosquito en España fue notificada en agosto de 2004 en la población de San Cugat del Vallés por el Servicio de Control de Mosquitos del Consell Comarcal del Bajo Llobregat y desde allí se ha ido extendiendo otros muchos municipios del área mediterránea, sin que haya comportado transmisión de enfermedades en esta área.